El día ha nacido triste y gris e invita a la melancolía.
Oigo la música del film "Memorias de África", me transporto emocionalmente al continente que ha embrujado mi vida y siento una gran paz interior.
Apenas he escrito en los últimos meses. No era momento de trabajar en mi blog, sino de poner orden en mi interior y oxigenar mi mente.
He debido adaptar mis sentimientos a lo nuevos paisajes de mi vida.
He necesitado amarme a mí mismo, como un acto de amor hacia el resto del mundo.
No he pasado a otro valle subiendo escarpadas montañas, sino atravesando un oscuro túnel que me ha llevado a la nueva tierra prometida.
Casi he perdido en la travesía, los colores de la primavera, pero la vida, ha sido una vez más. generosa con mi existencia.
He llegado a tiempo para ver las mariposas del verano; he recorrido a pié casi 200 kilómetros de playa y disfrutado los sabores de mi sudado jardín.
He oído las risas de mi corazón, que son la música de mi alma y mi vida a recobrado la ilusión y la fuerza de antaño.
El amor que nuevamente anida en mi alma ha sido como el agua que empapa la rosa de Jericó y la convierte en un verde helecho que renace a la vida.
Oigo la música del film "Memorias de África", me transporto emocionalmente al continente que ha embrujado mi vida y siento una gran paz interior.
Apenas he escrito en los últimos meses. No era momento de trabajar en mi blog, sino de poner orden en mi interior y oxigenar mi mente.
He debido adaptar mis sentimientos a lo nuevos paisajes de mi vida.
He necesitado amarme a mí mismo, como un acto de amor hacia el resto del mundo.
No he pasado a otro valle subiendo escarpadas montañas, sino atravesando un oscuro túnel que me ha llevado a la nueva tierra prometida.
Casi he perdido en la travesía, los colores de la primavera, pero la vida, ha sido una vez más. generosa con mi existencia.
He llegado a tiempo para ver las mariposas del verano; he recorrido a pié casi 200 kilómetros de playa y disfrutado los sabores de mi sudado jardín.
He oído las risas de mi corazón, que son la música de mi alma y mi vida a recobrado la ilusión y la fuerza de antaño.
El amor que nuevamente anida en mi alma ha sido como el agua que empapa la rosa de Jericó y la convierte en un verde helecho que renace a la vida.
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