domingo, 19 de diciembre de 2021

Por la orilla

La lluvia limpia y arrastra el maquillaje de los rostros, roba sus mentiras y muestra sin piedad las huellas de la vida. Caídas las máscaras, podemos leer en ellos, "nuestra verdad" y la de nuestros compañeros de viaje.

Las aguas de los campos y las ciudades, viajan juntas y caudalosas por el río de la vida. Llevan sueños y ambiciones; amores y desengaños; triunfos y fracasos; grandezas y miserias; penas y alegrías,... lo mejor y lo peor de los seres humanos.

Viejo y sabio, por lo vivido y aprendido, mis cicatrices, atestiguan el dolor sufrido y las lágrimas derramadas; como nos ocurre a todos, en nuestro personal proceso de evolución y maduración.

Reconciliado conmigo mismo, enfrentando mi rostro en el espejo, viajo sereno por el río hacia mi destino final, bordeando sus riberas, lejos del potente cauce central.

Discurro lentamente, entre el verde musgo que tapiza las piedras y las otoñales hojas ya huidas de la madera viva... 

Oigo el murmullo de la corriente, el silbido del viento y el sonido del bosque; el aullido del lobo, el gañido del águila, las infantiles risas de los hombres del futuro...

Huelo la tierra mojada, la menta silvestre, los humos de las chimeneas, los sabores que se cuecen en los pucheros...

Veo la pequeña vida que bulle en las aguas, grandiosa en su insignificancia y pienso en los secretos que aún guarda sin desvelar. 

Sentidos, sentimientos, recuerdos,...pero debo seguir mi curso, recrearme en cada meandro del río, disfrutar de la belleza mientras pueda y besar un día -ojalá muy lejano- el salitre de la mar, con un "aquí estoy", un "gracias a la vida", un "confieso que he vivido" y finalmente, un "amor, paz y perdón"   

En recuerdo a mis padres, Leandro y Teresa, que ayer habrían cumplido 107 y 97 años


   

    

4 comentarios:

  1. Siento morriña y recuerdo a mis padres, como tú los recuerdas. Sigue escribiendo asi

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  2. Gracias Suso, a nuestros padres les debemos la vida,su cariño, sus desvelos, su protección, sus valores, su generosidad y entrega. Un buen hijo nunca podrá olvidarle. Un abrazo

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