La naturaleza de la tierra que pisamos, marca el carácter de los pobladores. En el caso de Islandia, con más motivo.
Cuando llegaron los primeros vikingos dirigidos por el noruego Ingólfur Amarson, se encontraron en unas condiciones extremas, que amenazaron seriamente su supervivencia, pero consiguieron establecerse, en casas con suelos y tejados de tierra.
La colonización de una deshabitada isla, tan alejada de los grandes flujos humanos, con una complicada orografía, un clima adverso, una notable actividad volcánica y la existencia de grandes glaciares..., forjó durante siglos, a los escasos habitantes de este pequeño gran país.
Organizaron rafias por Europa y capturaron mujeres, irlandesas y escocesas, que esclavizaron y llevaron a la isla.
Con un 12% de su territorio cubierto por glaciares y menos de un 1% de la isla de superficie cultivable los islandeses apenas podían prosperar. Por ello, hacían incursiones por Europa, asesinando y robando todo aquello que fuera de valor. Sus correrías duraban largo tiempo y no siempre tenían la posibilidad de sobrevivir o de retornar.
Mientras tanto, las mujeres, tenían relaciones sexuales con los esclavos y los hijos que tenían, eran aceptados por los vikingos que conseguían regresar. Tal vez, sea una de las razones de la tolerante promiscuidad de sus habitantes, la abundancia de divorcios y la naturalidad con que se aceptan socialmente, los embarazos de las jóvenes madres solteras.
Preocupados por los posibles problemas de endogamia, en una población tan aislada como reducida, existe un banco de datos genético, que todos los islandeses pueden consultar, para evitar la consanguinidad.
Con este gran aislamiento, la población humana, conservó sus características raciales. Ello ha permitido estudiar las personas sin interferencias genéticas de otras razas, para detectar y aislar genes que producen enfermedades y poder así aplicar los conocimientos científicos adquiridos, en el resto de la población mundial.
Un hecho plausible, es la importancia que conceden al bienestar de los niños, que son cuidados simultáneamente entre todos los cónyuges, ya sean los biológicos iniciales, como sus substitutos en la relación amorosa.
Cuando nace un varón, sólo puede tener uno de los 1,712 nombres autorizados por el gobierno, al que añaden como apellido, el nombre de su padre, seguido de la terminación son. Si se trata de una niña, podrá tener uno de los 1,853 nombres autorizados y su apellido será igualmente, el nombre de su padre seguido de la terminación dóttir.
Hay muy baja densidad poblacional en la isla, pero su índice de natalidad es el más alto de Europa. También tienen la 5ª mortalidad infantil más baja del mundo.
La adversa climatología, los inviernos oscuros y la dureza del paisaje, incitan a mayores relaciones sexuales, alcoholismo y drogadicción. Casi el 10% de los jóvenes varones, ha necesitado un tratamiento de desintoxicación. Disponen para ello, de un hospital de vanguardia en este tipo de tratamiento. En contrapartida, abundan las salas de arte, tienen la mayor densidad mundial de teléfonos móviles y son los mayores lectores del mundo.
Tanto la asistencia sanitaria como la educación, son públicas y de muy alta calidad. El 99% de la población está alfabetizada y además, habla fluidamente el inglés.
Numerosos islandeses huyen de su país en invierno, viajando muchos a España y concretamente, a Alicante, donde una compañía aérea islandesa operaba regularmente. Impresiona ver la enorme cantidad de equipos de golf que recogen en las cintas de equipaje de nuestro aeropuerto.
Islandia se encuentra a medio camino entre América y Europa. Tienen una gran influencia europea, por su origen vikingo y su antigua dependencia política de Dinamarca, desde 1380, hasta que se declaró estado independiente en 1944. Por otro lado, tuvieron en su territorio una gran base militar de la OTAN, durante la Guerra Fría con la URRSS. Tienen por ello, una gran influencia norteamericana
Cuando preguntas a los islandeses a qué continente se sienten más cercanos, hay disparidad de opiniones. Alguien barrió para casa diciendo que tienen lo mejor de Europa y de los EEUU. Lo cierto es que han sabido combinar el estado de bienestar europeo, con el carácter empresarial americano.
No disponen de fuerzas armadas y tienen escasos efectivos policiales. Sin embargo, es uno de los países más seguros del mundo. Como curiosidad, hace pocos años, se derogó una vieja y olvidada ley, que permitía asesinar a los vascos, como nos conocían allí a los españoles, pues iban a capturar ballenas a sus aguas. Se recuerda un triste acontecimiento en la isla: el asesinato de numerosos españoles que llegaron a la isla tras un duro naufragio.
Los islandeses mantenían un elevado nivel de vida basado en la pesca, el turismo y la actividad bancaria, pero la crisis económica de los años 2008 y 2009, supuso un duro revés para la población. Actualmente, se recuperan de ello, llegando a ser el sexto país mundial en renta per cápita.
Tras el origen pagano de los vikingos, aceptaron mayoritariamente el luteranismo, teniendo incluso, una "obispa".
Creen en Elfos, gnomos y personas invisibles. La gran creatividad de los islandeses, da rienda suelta a su imaginación, con abundantes leyendas sobre esta "gente escondida"
Muy instructivo, Miguel, como todos tus artículos. Un placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario, anónimo lector. Un cordial saludo
ResponderEliminarPero habrás tenido que leer mucho para recopilar tantos datos!!! Una maravilla como, siempre!!
ResponderEliminarBesos
Gracias Mari Cielo, leí antes de viajar a Islandia; oí a la guía y vi muchas cosas. Además siempre digo, que "Viajar es leer la vida" Gracias por tu comentario
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