viernes, 6 de octubre de 2023

El amante errante. Capitulo 1. D.Mateo

Mateo era depositario de vagas y lejanas historias que su familia, había transmitido de padres a hijos.

Al parecer, un antepasado musulmán, se había liado con una gitana de Granada. 

El hijo que tuvieron, tuvo un amor prohibido con una sefardí que había vuelto a Toledo y tuvieron una hija.

A finales del XIX, otra antepasada, se casó con un nacionalista vasco de Zarauz, que vivía literalmente bajo una boina.

Mateo, hijo de un maestro manchego de Almagro y de una india guatemalteca, quiso confirmar las antiguas historias familiares.

Recurrió a la base de datos Family Search, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), en Utah. Pudo comprobar así, la veracidad de la tradiciones familiares.

Mateo había enviudado muy joven y criado en soledad, tres hijas, Violeta, Rosa y Margarita.

Era un "viejo España" de exquisita educación y caballerosidad. Nunca se le vio con otra mujer y gozaba del respeto de sus vecinos, por su bondad y religiosa castidad.

Cuando sus hijas fueron autosuficientes, quiso recorrer el mundo. 

Su sangre india, gitana, morisca, judía y  vasca, le confería un indudable atractivo con unos ojos de fuego. 

En sus viajes, apartado de su entorno de vida y prestigio, daba rienda suelta a sus pasiones largamente reprimidas.

Era un macho alfa venido a menos, por razones de edad, pero aún tenía pólvora en sus entrañas, para "foguearse" con hermosas damas de tierras lejanas.

Cuando a sus 65 años presagió su final, redactó un largo testamento, confesando a sus hijas, su doble vida:

Queridas hijas, cuando llegue la hora de mi hora, que incineren lo que reste de mi cuerpo. 

No estais solas. Tenéis varios hermanastros, fruto de mis pasiones amorosas, durante mis viajes. 

Dad a cada uno de ellos, parte de mis cenizas y lo restante, enterradlo bajo un árbol hermoso para seguir dando vida, para dar sombra, para mecerme al viento, para dar belleza, para dar frutos, para dar alegría o tal vez, melancolía.

En una adenda del testamento, os narro mi vida secreta. Siempre os he amado. Mateo, 

Nota:

El autor ha inventado diversas historias de amor, a partir de anécdotas y lugares conocidos durante sus viajes. En ellas, se incluyen fotografías que puedan dar verosimilitud a los relatos, pero éstos, no son vivencias personales

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