Vivir en Cantabria, es un lujo que te permite disfrutar de grandes paisajes, ya sea de mar, montaña o del mundo subterráneo, sin olvidarnos de la autenticidad de sus pueblos y de su enorme riqueza costumbrista.
La rutina diaria te aparta de los caminos que hacen la vida más interesante. Las obligaciones, la costumbre y la comodidad, suponen la reiteración de las actitudes.
Sin embargo, cuando tengo invitados en casa, rompo la monotonía al mostrarles la tierra que me acoge. A veces, basta solamente con un cambio de perspectiva del paisaje. Ir a pie, ofrece sin duda la posibilidad de ver la rugosidad de las piedras que rodean tu vida, las flores inadvertidas del camino y tantos otros detalles de la vida.
Esta vez, llevé a mi invitada a Quintanilla de Lamasón. Mi idea, era mostrarle la Cantabria profunda, la ganadera, la de las albarcas, la de los corazones rudos y nobles, forjados en las agrestes montañas de la región.
La ocasión era la feria de ganado en la que podríamos observar las vacas tudancas, una joya de nuestra tierra.
El día era lluvioso, frío y ventoso, pero la ocasión merecía arriesgarse a las posibles inclemencias climáticas. Quintanilla nos esperó con la lluvia cansada de llorar. El sol asomaba tímidamente y el barro fue testigo de nuestras pisadas.
El ganado llegaba sin cesar, sonando sus grandes cencerros y en algunos casos, luciendo sus "galones" de premios conseguidos en otros certámenes ganaderos. Los tudancos, lucían sus amplias cornamentas, como muestra de su reconocida rusticidad, adaptada al bravío entorno de nieve y lluvia de nuestros montes, un paisaje de lobos.
Mi amiga, conocedora de la ganadería sueca, se sorprendió con las características tan peculiares de nuestro ambiente rural.
Tras presenciar la feria ganadera, recorrimos un hermoso camino por Cabuérniga. Vimos las primeras nieves de montaña y finalmente, cerramos nuestra excursión, con un cocido montañés.
El siguiente reportaje fotográfico, es sólo una pequeña muestra de lo que Cantabria ofrece a quienes tenemos el privilegio de vivir en ella, o a quienes se animan a visitarnos.
El siguiente reportaje fotográfico, es sólo una pequeña muestra de lo que Cantabria ofrece a quienes tenemos el privilegio de vivir en ella, o a quienes se animan a visitarnos.
Verdes montañas; cumbres de nieve; frío de otoño;
casas de piedra; humo de hogar; gente hermosa y noble
casas de piedra; humo de hogar; gente hermosa y noble
Ganado tudanco
Vacas de raza Asturiana de los valles
Caballos pony
Amistad y nobles sentimientos
Los asturianos siempre son bien recibidos;
especialmente con una gaita en las manos
Ya llegan las nieves
Casa de piedra tradicional de Cantabria
No hay comentarios:
Publicar un comentario