martes, 25 de agosto de 2015

El estío

Un proverbio musulmán, dice:

"Si tus palabras no son más bellas que el silencio, cállate"

Desde el 7 de enero hasta ahora, he publicado 334 artículos. 

Durante este tiempo, he dado rienda suelta a dos de mis pasiones:viajar y escribir.

Ello ha ido en detrimento de mi forma física, mi huerta, mi jardín, la colección de arenas del mundo y otras actividades propias de un jubilado con ganas de vivir.

Tengo muchos frentes abiertos: la petición de intercambios de otros coleccionistas, vivir los quehaceres del día, mantener los compromisos sociales, preparar mis próximos y grandes viajes, ayudar a mis hijos y sobre todo, jugar con mis nietos.

Este frenético ritmo, me ha agotado, y necesito un breve descanso. Se trata de dar un paso atrás, para tomar un nuevo impulso, cuando los sueños bullan en mi cerebro y mi corazón palpite más fuerte.

No he vagueado. Si la inspiración llega con la transpiración, he sudado mucho, en busca de nuevas ideas, para escribir, lúcidas y hermosas palabras.

Es así, como he escrito nuevos e inéditos títulos para el blog:

La gestión del talento,
La dulce mañana,
El peluquero de jardines,
Viajar con mochila y
El que avisa no es traidor.

Unos están inconclusos porque no transmiten emociones; otros, necesitan las pinceladas finales, para transformar un texto vulgar, en un artículo que llegue al alma.

Estoy lleno de pasiones, desconciertos, arrebatos, dudas, euforias y desánimos.

Siento el estío de las ideas y necesito el agua del rocío, para refrescar los poros del alma.

No se ve aún, pero huelo el otoño. Algunas hojas, tornan ya de color e incluso abandonan su árbol. Además, hay cambios imperceptibles para los que no viven un jardín.

Llegarán los fuertes vientos y vendrán las lluvias de vida y más pronto que tarde, volaré nuevamente por las nubes de la inspiración.

Y cuando mis palabras sean realmente hermosas, desencadenaré una nueva vorágine literaria.

Mientras tanto,  espero el agua, como lo hace el agricultor mirando sus resecos campos.

Inhalación, exhalación, transpiración,... y cuando menos lo espere, la inspiración y la creatividad

¿Sabrás esperarme?

































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