Crónicas de un trotamundos: Indonesia. Capítulo 1. Introducción

Los pies me pedían camino, los oídos otros sonidos y los ojos nuevos horizontes. Pregunté a la brújula de mis sueños y me orientó hacia el este, pero sin concretar al principio el destino.

De niño, leí apasionadamente libros de viajes y aventuras. Julio Verne y Emilio Salgari, eran dos de mis autores favoritos. Crecí soñando con islas exóticas y lejanas, como Sumatra, Java o Borneo. Sabía, que tarde o temprano, viajaría a estas islas largamente soñadas y había llegado el momento.

Me gusta compartir las emociones del camino. Por eso organicé un pequeño grupo. Compartir, significa adaptarse a los gustos y necesidades de los demás y por lo tanto, era necesario programar un viaje que satisficiera distintos intereses personales: fauna, flora, paisajes, arte, etnias, exotismo, belleza, autenticidad ... y finalmente, propuse Indonesia.

Ana, la "Dulce sonrisa", gustaba de ver "piedras", como denomino con humor, su afición por las ruinas del pasado, aunque si viajas con ella, tampoco "te libras"de remar en piragua por un río, un lago o una bahía.

Álvaro, el "Navegante maltés, es un amante de la naturaleza. Le atraen los paisajes y la fauna salvaje. Pero no es su único interés, los barcos y las motos, son dos pasiones que incitan siempre su curiosidad.

Vibeke, la "Vikinga del Sur", es una danesa con cuatro décadas bajo el sol español. Aúna las virtudes de su país de origen y la adaptación a los maravillosos defectos de nuestro país. Su afición principal, es la aventura de vivir, siendo capaz de disfrutar de cualquier actividad, en cualquier lugar y en cualquier momento.

Ángeles, la "Alegría del Mediterráneo", era más difícil de contentar, pues muchos son los países ya visitados y pocos los que pueden interesarle. Serena, conformista, agradable y de fácil sonrisa, era a priori una excelente compañera de viaje y tan sólo quería un "poco de todo", pero sin "correr riesgos"

A mí, lo que me interesaba eran los animales salvajes y el conocimiento etnográfico del país.

Programamos pues un viaje, donde pudiéramos montar en elefante; ver orangutanes y dragones de Komodo; visitar aldeas remotas y conocer costumbres ancestrales; ver grandes paisajes; ascender volcanes; pasear por la selva; navegar por ríos, lagos y entre islas; visitar templos y dar un cierto margen a la aventura de vivir. Efectivamente, Indonesia era nuestro destino

Etimológicamente, Indonesia significa, "Islas indias", lo cual es cierto, pues está compuesta por 17,508 islas y la influencia india es evidente en muchos aspectos de su vida.

Es el cuarto país más poblado de la Tierra, con 255 millones de habitantes. Su población está conformada por numerosos grupos étnicos, lingüísticos y religiosos,, si bien, los javaneses son el grupo étnico más numeroso y políticamente dominante.

Sus numerosas islas, tenían muchos reyes, que rivalizaban permanentemente entre sí, siendo frecuentes las luchas sangrientas, que terminaban en la tortura y la práctica del canibalismo con los vencidos.

Fueron dominados durante 3 siglos por los holandeses y las diferentes etnias, se unieron en un solo país tras luchar contra el adversario común: la potencia colonizadora.

La pluralidad étnica, religiosa y cultural, no favorece la cohesión social del país, pero tienen un lema en común: "Unidad en la diversidad"

Pero es tan sólo un eslogan. La religión musulmana es dominante, y aunque sus creyentes conviven con católicos, protestantes, hinduístas, y otros credos minoritarios, se han producido violentos enfrentamientos que han minado la estabilidad del país.

La enorme extensión del archipiélago, permite diferenciar dos zonas ecológicas bien diferenciadas: la de influencia india y la de incidencia australiana, separadas entre sí, por la llamada "Línea Walace".

Indonesia, es unos de los países del mundo con mayor biodiversidad del Planeta, con una flora y una fauna de gran valor ecológico. Merece destacar, por ejemplo, la existencia de orangutanes y de dragones de Komodo, sin menospreciar otras especies endémicas, como el nasico o mono narigudo, uno de los animales más feos del Planeta, pero que goza por ello de gran simpatía.

Indonesia está ubicada en el Ecuador y por lo tanto, sólo tiene dos estaciones: la seca y la lluviosa; en cualquier caso, es un país "caliente".

Nuestro viaje tendría lugar en octubre, al final de la estación seca y al comienzo de la época lluviosa. A posteriori, me alegra afirmar que fue un acierto.

No ha sido un trayecto fácil. Casi hemos llegado a nuestras antípodas y para ello, hemos realizado 12 vuelos (5 internacionales y 7 locales), visitado 5 islas (Sumatra, Java, Borneo, Flores y Bali), hecho sendas escalas técnicas en Qatar y Malasia y navegado en tres barcos.

Inicio ahora una veintena de crónicas sobre nuestra gran aventura personal, con el ánimo de prolongar virtualmente, las emociones vividas y compartirlas con aquéllos que hacen del arte de viajar, una experiencia vital.