Estaba sobre un amplio terreno, constaba de varias construcciones, todas ellas abiertas, para sobrellevar el caluroso clima que tienen todo el año. Sólo tienen dos estaciones: la seca y la lluviosa, pero en ambas es asfixiante el calor.
Cada construcción tiene una orientación y un orden sobre el terreno. No recuerdo los abundantes detalles que nos describieron, pero baste decir que, son construcciones abiertas, hermosas, integradas en la naturaleza y con un templo familiar.
Es muy frecuente ver esta imagen en casas y plantaciones de arroz, para
atraer la abundancia
La zona dedicada a los templos de la casa
El propietario de la mansión, tenía un taller de talla de madera. Los operarios trabajaban con gran destreza, pero no me sentía atraído por unas figuras, recargadas y con el gusto oriental. so sí, me encantó oler las tallas hechas con madera de sándalo
Los balineses dividen el cuerpo en tres partes. La parte impura, de cintura a los pies; la pura, de la cintura a los hombros y la sagrada, formada por los hombros y la cabeza.
Cuando se visita un lugar sagrado, es obligado ponerse un pareo si llevas ropa corta. En el caso de llevar ropa larga, es costumbre colocarse un pañuelo atado en la cintura, para marcar la separación de las zonas puras e impuras.
No pude menos que sonreír, cuando vi un bebé de un año, sin pareo y con un pañal bien cargado y oloroso.
No se permite poner los brazos encima de los hombros y mucho menos tocar la cabeza de un balinés, por ser su zona sagrada.
Así pues, debimos colocarnos un pareo allá donde fuéramos y hubiera un templo
Era la hora del "pollo con arroz frito" y la cerveza Bingtan, una vez más. Eso sí, el restaurante estaba rodeado de hermosos jardines con campos de arroz. Los balineses embellecen sus campos de arroz con flores, colocan templos, signos de abundancia y espantapájaros
Compartir aquellas aguas con el pueblo balinés, fue una gran experiencia personal para ellas, mientras disfruté haciendo un reportaje fotográfico de aquellos momentos
Había dos estanques, cada uno de los cuales, tenía siete caños de agua. Era preciso alzarlas juntas en cada surtidor, expresar un deseo y sumergir la cabeza en el agua
Bajas para personas iguales, altas para los de mayor rango y por encima de
la cabeza para una deidad.
Un pequeño balinés lloraba insistentemente ante su forzada purificación
Expresión de deseo y ...
...al chorro
Expresión de deseo...
... y al chorro
Mis amigas salieron sonrientes del agua tras superar los 14 chorros
Fue divertido fotografiarme con un grupo de malayos. Se me distingue por el color del pareo, claro
Hasta el árbol tenía pareo
Los estanques con carpas, están muy presentes en las culturas orientales
Una parte del templo, estaba reservada exclusivamente para los fieles.
No pude entrar físicamente, pero el zoom de mi cámara se paseó por
el recinto
Supo que la fotografiaba y me dedicó una dulce sonrisa
Casta mirada fotográfica a la zona impura de estas balinesas
Auténticas y originales obras de arte oriental
Cabeza tallada de búfalo
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