Cuando me jubilé, me quité el reloj de la muñeca, el calendario de la cartera y la corbata del cuello, siendo de nuevo libre y dueño de mi tiempo.
Retomé entonces, el sueño de mi juventud, "conocer el mundo", intensificando mis viajes a lugares por los que siento especial atracción.
Desde entonces, he sacrificado las comodidades habituales o asumido un riesgo calculado, con curiosidad, ilusión, piernas y corazón.
Siempre he pensado, que "Viajar es leer la vida" y que además, "No consiste sólo en vivir, sino en sentirse vivo"
La lista no está cerrada y habrá crónicas sobre otros personajes interesantes, incluyendo probablemente, mujeres actuales.
Retomé entonces, el sueño de mi juventud, "conocer el mundo", intensificando mis viajes a lugares por los que siento especial atracción.
Desde entonces, he sacrificado las comodidades habituales o asumido un riesgo calculado, con curiosidad, ilusión, piernas y corazón.
Siempre he pensado, que "Viajar es leer la vida" y que además, "No consiste sólo en vivir, sino en sentirse vivo"
Hay quienes juzgan algunos viajes desde la seguridad del sofá y magnifican los riesgos que afrontamos los que perseguimos un sueño. Pero somos muchos los que asumimos que sentirse vivo y leer la vida, incluye a veces un riesgo que merece la pena correr con las debidas cautelas.
En la serie "Cazadores de paisajes", que se inicia ahora, se describirán actividades de personas que han tenido simplemente, la osadía de disfrutar la vida en libertad, como por ejemplo:
Hasse Sandqvis, el "Hombre de las nieves", un sueco que ha realizado travesías por Alaska y ascendido a cumbres de las cordilleras de los Alpes, los Andes y el Himalaya.
Sergio Dessert, el "Cosaco de sur", un francés de origen ruso, que trabajó durante toda su vida laboral en África, Asia, América y en la Antártida.
Manuel Soria, el "Viajero de las arenas", un español ya fallecido, que realizó numerosas travesías por el desierto del Sahara.
Francisco Estela, el "Explorador de las profundidades", un viajero empedernido, que ha realizado unas 400 inmersiones por los diversos mares del planeta.
Luis y Juan Jordé, los "Buscadores de grutas", dos hermanos cuya pasión por la espeleología, les ha llevado a explorar numerosas galerías subterráneas e incluso descubrir alguna cueva.
Álvaro G. Aledo, el "Jinete de las olas", capitán de yate que ha atravesado dos veces el Atlántico y ha dado la vuelta a España y a Francia en un velero.
Alejandro del Valle, el "Hijo del viento" un joven e incansable viajero, que ha volado de numerosas formas y que también ha subido montañas y volcanes, remado, descendido a grutas y practicado submarinismo.
Álvaro G. Aledo, el "Jinete de las olas", capitán de yate que ha atravesado dos veces el Atlántico y ha dado la vuelta a España y a Francia en un velero.
Alejandro del Valle, el "Hijo del viento" un joven e incansable viajero, que ha volado de numerosas formas y que también ha subido montañas y volcanes, remado, descendido a grutas y practicado submarinismo.
La lista no está cerrada y habrá crónicas sobre otros personajes interesantes, incluyendo probablemente, mujeres actuales.
De todos modos, quienes tengan especial interés por grandes aventureras del pasado, recomiendo los dos libros preciosos, escrito por Cristina Morató:
"Las reinas de África", sobre viajeras y exploradoras por el continente negro y "Las damas de Oriente", sobre la vida de mujeres occidentales que, fascinadas por el exotismo y la sensualidad de Oriente, visitaron harems, viajaron en el Orient Express, exploraron desiertos y vistieron como mujeres árabes.
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