Era el segundo día de luna llena. La galerna azotaba el Cantábrico. Decenas de grandes árboles, caían abatidos por el furioso viento y había muchos incendios forestales.
Aquella tarde, volaban persianas, se rasgaban toldos, los letreros luminosos se rompían en añicos, mientras saltaban chispazos y los habitantes de la ciudad, se refugiaban en sus casas.
Mientras, una madre paría con dolor un bebé, que ya durante su gestación, había demostrado su inquietud. Eran las 19:25 horas del 13 de diciembre de 1989.
Había nacido Alejandro, el "Hijo del viento", que sería la ilusión y la alegría de la familia.
Aquél bebé, nos daría muchas satisfacciones, pero también nos helaría a veces el alma.
No se me ocurre una expresión mejor, cuando recuerdo el día que a sus 6 años, se marchó de casa sin avisar, para saludar a sus amigos del mercado; o cuando se subió sólo a un autobús municipal en un "visto y no visto" o se encaramó muy alto en un árbol de gran envergadura
Teníamos un hijo hiperactivo y con ansias de explorar su entorno, más allá de los normales límites de su edad.
Era simpático, con mucho amor propio, ocurrente, polifacético, de fuerte personalidad, carácter independiente, con gran iniciativa, sensibilidad artística.... y tenía un insaciable espíritu aventurero.
Aquél niño, pasó a inquieto adolescente y luego a un joven confiado en su fuerza y en sus reflejos, para sortear los peligros de sus actividades cada vez más arriesgadas.
Sus límites geográficos no tenían fronteras y recorrió con avidez el mundo, para conocer en la actualidad medio centenar de países de 4 de los 5 continentes.
Pronto surcaría los cielos
en busca de sus paisajes soñados
Pisó el Km 0 en la Puerta del Sol
de Madrid y pensó que era el punto
de partida para la aventura de vivir
No necesitaba mucho: una tienda de campaña,
un saco de dormir y unos compañeros de viaje
Era joven y quería conocer el mundo:
Tanzania
Marruecos
México
Chile
Caverna de un glaciar
Tailandia
Camboya
Nicaragua
Cuba...
Sentía predilección por los animales y
adoptó perros abandonados aún por educar...
...pero descubrió otras formas
de segregar adrenalina
Conoció a Jesús Calleja, uno
de sus referentes de aventura.
Subió montañas y volcanes
Monte Agung, Bali, Indonesia
Volcán. 3142 m
Cráter profundo de 800 m de diámetro.
Últimas erupciones:
Últimas erupciones:
1963/1964, 2017 y 2019
Cima del Monte Agung
Toubkal, Marruecos
Cordillera del Atlas, 4,167 m
Cima
Cordillera del Atlas, 4,167 m
Cima
Monte Kilimanjaro, Tanzania
5, 895 m, "El techo de África"
Parque Nacional Karanga Hut
Cumbre del Kilimanjaro
Volcán Acatenango, Guatemala
Sierra Madre de Chiapas.
3,976 m
Sierra Madre de Chiapas.
3,976 m
Volcán de Fuego, Guatemala
3,763 m
Erupción de 2018: 319 muertos
3,763 m
Erupción de 2018: 319 muertos
Volcán Barú o volcán Chiriqui, Panamá
3,475 m
Desde él se divisa el Pacífico y el Caribe
3,475 m
Desde él se divisa el Pacífico y el Caribe
Río y Gran Cañón del Colorado. Arizona
Profundidad media: 800 m; Máxima profundidad: 1857 m
Amplitud: 6,4 a 29 Km
Recorrido superior, descenso y
travesía junto al cauce del río
Amplitud: 6,4 a 29 Km
Recorrido superior, descenso y
travesía junto al cauce del río
Y muchas cumbres más
Un día, vio volar las gaviotas en el mar. Quería
ser libre como ellas y tal vez, pensó que nació
durante una galerna y era el
"Hijo del viento"
durante una galerna y era el
"Hijo del viento"
Estudió las corrientes del aire. Primero con
cometas y luego, practicando kite surf
Voló con parapente usando las corrientes
ascendentes y más tarde, con paramotor
ascendentes y más tarde, con paramotor
Voló en avión ultraligero
Cabalgó sobre las olas
Rafting
Padel
Ama los amaneceres y los atardeceres.
Se siente libre y vive la naturaleza
Si quieres ser feliz como
yo, aprende a volar
Navegación por ríos de selva
Caídas de agua
Submarinismo
Juego de tiburones
Espeleología
Travesía de selva
A veces, se encarama donde no debe...
...y otras, el Ángel de la guarda no puede protegerle.
Los que le queremos, nos preocupamos por él
Los que le queremos, nos preocupamos por él
Cuando era niño, sufría al verle golpearse, pero era bueno que conociera el riesgo y sus consecuencias, como parte de su aprendizaje de supervivencia.
Alejandro es un verso libre, que quiere sentirse vivo y vivir intensamente. No siempre percibe el peligro, o tal vez, no le importa arriesgar para conseguir un propósito.
Conjugar aventura, libertad y seguridad, exige preparación técnica, corazón y cabeza; arrojo y cautela.
Conjugar su derecho a la libertad con la tranquilidad de sus seres queridos, es también una responsabilidad y un acto de generosidad.
A veces, ha tenido percances de consideración. Es el precio a pagar cuando se tienta demasiadas veces la suerte cazando algunos paisajes.
Y es mi querido vecino. Locos somos y la adrenalina es nuestra especia favorita.
ResponderEliminarSi, es estupendo y estoy muy orgulloso de él, pero siempre me tiene intranquilo. Ya sé que tú eres también muy aventurera. Me encanta que seáis amigos
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