miércoles, 14 de febrero de 2018

Renacer

Lloro la soledad, tirito el frío y sudo los caminos de la vida.

Siento el vacío mujer, de tu mirada ausente y mi piel no encuentra  los sones de tu pulso.

El paisaje de jardín ajado y sin flores, llena de melancolía mi vaga mirada.

Turbado, no adivino los puntos cardinales y mi espíritu errático, vaga sin saber su destino.

Los musgos de los árboles me señalan el norte y el sol en su ocaso, me marca el poniente. 

Mi corazón duda ante la rosa de los vientos

Cierro los ojos, giro sobre mi y al abrirlos de nuevo, un claro del bosque me llama a su sendero

Camino por su angostura, entre piedras y zarzas, para llegar con jirones de alma y ropa, al paisaje de un valle.


La lluvia, arranca arcos de colores al sol que trabaja y me inunda de vida. 

Los miruellos cabecean sobre el suelo buscando gusanada; los petirrojos bailan su cola con rítmica cadencia y los jilgueros me saludan con sus alas tricolores y su rojo madroño.

Huelo humos de otros hogares; oigo sonrisas y otros pulsos, invitan a melodías de amor y compañía

Siento aire limpio, suspiros de ozono y miradas de ternura.

El sol, duerme; la luna se despereza y sueño bajo su mirada de plata, con mi pasión de vivir.

El agua del cielo ha limpiado las penas de negro y mis ojos se tiñen de colores.  

Y renace mi alma, que henchida de esperanza, sabe que el amor aún es posible.








3 comentarios:

  1. uy, uy, uy... esa melancolía está pidiendo un nuevo viaje. ¡Animo!. El invierno nos baja a todos la moral. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Me impresiona lo Poeta que eres
    Enhorabuena

    ResponderEliminar