lunes, 12 de octubre de 2015

Norteamérica. Capítulo duodécimo: El ocaso de la vida.

Nacemos y morimos. 

En el camino hacemos la historia de nuestra vida: Una insignificancia en el tiempo y en la inmensa Humanidad.

La vida es un camino a nuestro destino final. Si se cumplen las previsiones naturales, llegamos decrépitos, débiles y disminuidos psíquicamente.

Es el ocaso de nuestra vida.

Algunas tribus indias, dejaban que los ancianos se entregaran a la muerte, a la interperie, enfrentados al frío y la negritud de la noche, para no ser una carga para una comunidad nómada que se desplazaba por las grandes praderas americanas. 

Pero en nuestra civilización moderna, la sociedad cuida de sus ancianos, con distinto éxito.

En mi reciente viaje por el este americano, visité en Delaware una familiar alojada en una residencia de ancianos.

El lugar era hermoso, pero deprimente. Numerosos ancianos, en distintos grados de su camino, se desplazaban con sus exigas fuerzas por el limitado recinto.

Mis ojos estaban enjugados por la pena del lugar. Mi tía, físicamente abatida y ya con lagunas mentales, aún se atrevía con Balzac, como una inercia de su perdido brillo intelectual.

En mis viajes por EEUU, he comprobado la capacidad organizativa de su pueblo y ello, también se manifiesta en el cuidado de sus ancianos.

Las instalaciones de la residencia de ancianos, eran extraordinarias, la organización y el cariño con que cuidaban los residentes, parecían magníficos.

Ya de vuelta a Long Island, en Nueva York, tuve ocasión de visitar una ciudad de ancianos.

Tenía anchas avenidas, con inmensos parterres de flores. A cada lado, había casas donde residían matrimonios retirados. Los adolescentes y los adultos jóvenes, sólo se admiten temporalmente de visita.

Unos edificios albergaban los servicios comunes y la comunidad, se ocupaba de ayudar a los ancianos.

Los ancianos impedidos, en sus distintos grados de invalidez, eran acogidos y atendidos en la residencia  ad hoc para ellos.

Muchos creen que la sociedad norteamericana es excesivamente liberal y que todo lo rige el dinero.
Que es insolidaria y que deja morir los enfermos, los necesitados y los ancianos que carecen de recursos.

Es posible que así sea a veces, pero yo he visto otra cosa.


Residencia de ancianos asistidos en Delaware, EEUU







 









Ciudad de los ancianos. Long Island, NY. EEUU












No hay comentarios:

Publicar un comentario