Se peinan con barro rojo y grasa y se pintan el cuerpo de colores. También son muy proclives al uso de collares de abalorios.
Los hombres adornan sus cuerpos con escarificaciones y las mujeres muestran grandes cicatrices adquiridas durante su madurez.
El paso de la pubertad a la madurez, se celebra con el Ukuli Bula o salto de los toros. Los jóvenes desnudos deben saltar sobre una fila de 30 vacas en ida y vuelta. Las mujeres aguantan latigazos para mostrar su valor y fortaleza física y ser dignas esposas de un hamer.
Las mujeres casadas deben portar collares metálicos.
Para conocer esta etnia, acudí a un mercado local. Fue emocionante deambular entre ellos, ver la venta de objetos étnicos y hablar con ellos. Llevaba viejos collares desechados por amigos y familiares. También portaba una gorra con ventilador con energía solar, que fue objeto de la curiosidad y admiración de la gente del mercado.
Cambié la gorra y algunos collares por objetos étnicos y regalé collares a los hamer que aceptaban posar como modelos fotográficos. Fue emocionante, divertido y muy rentable. Algunas de las hamer fotografiadas, lucen en las fotos los collares que les di.
Más tarde, tuve la oportunidad de visitar una aldea hamer. En el camino, vi los restos de 2 ovejas que habían sido matadas y devoradas por hienas.
El poblado estaba formado por cabañas de adobe. Tuve ocasión de entrar en una cabaña, departir con ellos detalles de su vida y sacar algunas fotos de sus enseres personales.
La jornada que pasé con los Hamer" fue apasionante. Había compartido vivencias con una etnia africana legendaria, brava y hermosa. Queda como recuerdo el reportaje fotográfico de aquél memorable día
FOTOGRAFÍAS DEL MERCADO
FOTOGRAFÍAS DE LA ALDEA
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