Etiopía 6. Etnia Konso

Los poblados de la etnia Konso, son verdaderas fortalezas para defenderse de los invasores. Suelen estar en una cima, tienen tres altas murallas de piedra dispuestas de forma concéntrica, sus estrechas calles son laberintos donde es fácil perderse y cada casa está igualmente amurallada con una densa empalizada. Sus puertas son estrechas y bajas, de forma que cualquier intruso tiene dificultad para entrar y resulta vulnerable en ese momento

En la mitad del poblado hay una piedra en el suelo para realizar juramentos, un tótem y una gruesa piedra redondeada de unos 50 kg. Cuando un konso desea casarse, debe ser capaz de levantar la pesada piedra y lanzarla hacia atrás por encima de su cabeza. Intenté hacerlo; de haber sido konso, no habría podido casarme.

Mantienen sus muertos momificados en una cabaña, durante 9 años y 9 meses.

Son trabajadores y buenos agricultores. Se dice que la tierra de los konso es siempre la mejor trabajada y verde de Etiopía. Cultivan sorgo, maíz, cebada, algodón y árboles frutales. También tienen cebúes, cabras ovejas y también son apicultores. Tal vez, sea de ellos la costumbre de tomarse una mezcla de miel con café molido.

Los konso no se decoran como otras etnias y sus vestimentas no son atractivas, pero la concepción de sus poblados, su organización social y su laboriosidad, bien merecen ser reflejadas en este blog.

Al final de la visita, saque una gran bolsa de caramelos para gozo de los niños del poblado. De súbito, aparecieron por decenas de todos los rincones. Fui rodeado y atenazado por decenas de pequeñas manos que reclamaban vehementemente su dulce sabor. Fue una pena que los mayores se impusieran a los pequeños y que no supieran esperar medio ordenadamente su turno. Tuve que lanzar los caramelos al aire y a sus espaldas, para escapar de aquél agobio. Me metí entonces en el coche y nuevamente, decenas de manos daban palmas, esta vez en la ventanilla del vehículo.

Arrancamos y dejamos atrás un mundo extraño para un blanco de incursión por el África profunda