Reconozco mi hechizo por los mensajes con palomas mensajeras y la emoción de encontrar un mensaje en una botella que ha recorrido grandes distancias. Me intrigan los mensajes que se depositan en lugares secretos o que se envían con el lenguaje de las flores, los abanicos o simplemente, con el cuerpo.
Pero lo mío, siempre fue una carta, a la vieja usanza, sin llegar, por razones de temporalidad, a los legendarios correos por la estepas rusas o por el Far West. Una carta perfumada, en un sobre misterioso, escrito con rasgos femeninos, una caligrafía templada, redonda, amorosa y enigmática, con frases de doble sentido o con un iniciar sin rematar,... o una carta como la de nuestros abuelos, con madrinas de guerra que envían un halo de humanidad a una sangrienta trinchera de guerra.
Por supuesto, nada de cartas factura, malas noticias de lágirmas derramadas, amenazas, insultos o despechos.
Mi carta preferida, es un trozo de papel con alma, en el que se transmiten sentimientos y que trae un cartero en su vieja bolsa de cuero mientras pedalea una chirriante bicicleta, por caminos de tierra y flores.
Ese mundo ya casi perdido, queda para la nostalgia. Ahora, casi todo es electrónico, inmediato, sin aromas ni romanticismo del pasado.
Los buzones actuales, quedan para las propagandas comerciales, las facturas y poco más. Sino de un tiempo frío, masivo e impersonal sin el romanticismo de antaño.
Los buzones son en muchos caso, cajones de medidas y materiales normalizados, en muchos países. Son más funcionales y a mi modo de ver, ajenos a la belleza y a la poesía.
Afortunadamente, el ingenio humano, aún deja su huella por los caminos y las paredes del mundo. Hay personas que aportan belleza, imaginación, ironía y arte en sus buzones.
Este artículo, es tan solo una muestra de las pequeñas cosas de la vida, que aportan sal y alegría a las cartas de hoy. ¡Algo es algo!
Buzón australiano. Abajo para cartas; arriba para el periódico
Desproporcionado buzón monumento
Dímelo con flores
Mi casita de juguete
Del sindicato del rifle americano
Si no me gusta su carta, ya sabe lo que haré con ella
Buzón de norteamericano repúblicano
Buzón fashion
Buzón de lechero
Buzón ecologista
Sin comentarios
Dímelo con arte
Buzón de un retorcido
Buzón para grandes cartas
En casa de Neptuno
Buzón de agricultor
Sin comentarios
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