lunes, 24 de julio de 2017

Un guiri en Ginebra. 2ª parte

Suiza es un gran reloj. Todo los previsible está previsto y funciona a la perfección. Es un país hermoso, fiable, sosegado, seguro y lleno de colores.

Es cierto; sus habitantes originales están cuadriculados y no dejan margen al azar. Viven de los relojes, los chocolates, las empresas farmacéuticas, la banca y la seguridad que proporciona su neutralidad internacional y su consolidada democracia.

Tienen un alto nivel de vida. 

La convivencia, en este país, que aloja numerosas instituciones internacionales, es extraordinaria y supone un gran ejemplo para todo el mundo.

Pasear a la deriva por sus ciudades, es una delicia. He aquí, un breve reportaje fotográfico de mis variados paseos por Ginebra


    Delante de la fachada principal de las Naciones Unidas
                            Un árbol muerto es una expresión de arte
    Una sorprendente butaca en la acera


    Una mañana de domingo

    Un paseo dominical de tres generaciones






    Imagen del lago Leman
    Los parques de Ginebra sirven de esparcimiento dominical. Muchos de ellos, son trabajadores             internacionales





                            Ginebra es una ciudad multicultural









                            Baile en las calles





No hay comentarios:

Publicar un comentario