domingo, 5 de julio de 2015

Bosnia. 4ª parte. Sangría española

David lo estrello contra la ventana de la cabaña. Ahito de sangre nocturna,  el mosquito no pudo levantar un fácil vuelo y esa fue su perdición.  La sobrante crema contra las picaduras, traída desde la isla de la Reunión, calmó los picores en la dulce mañana aún sin hornear.

Falle en el aprendizaje del dalle y fue la gran rubia quien cortó el flequillo al prado. Pero tirar de carretilla herbuna por la loma, fue cosa mía.  Jadeante y perjudicado por el esfuerzo, reparti la verde alegría a los marranos y a sus guarras madres, a las donantes de huevos y a los 5 gallos, sus chulos cantarines, sin olvidar los tres caballos, incluido el muerdebrazos.

De pronto, aparecieron unas botas de goma con un David dentro. No tuvo suerte;  le esperaba una pala recoge boñiga caballuna y anduvo el hombre de agente de saneamiento. Pasado el trance de escasa poesía,  sonrió espetando que pondría en su CV, que era Tecnico en evacuaciones digestivas.

Lave un caballo, manguera y cepillo en mano en mano. Relinchaba agradecido, por la satisfacción que tenía. Más allá, los otros dos caballos, también enteros, se peleaban a dos patas, mientras varios perros jaleaban la lid, rodeándolos de cerca. No pude retratar el momento, pues estaba en el afán del aseo equino.

David no quiso venir a la ciudad. Debía comprar los ingredientes de la sangría española, pero prefirió quedarse para montar a caballo. Me alegró su decisión, pues significaba que tenia ilusión de campo.

La ciudad era recoleta y agradable. Las casas eran bonitas y sencillas y la gente grandona.  Me hice un retrato con un cuadro de Tito, quien gobernó Yugoeslavia hasta su muerte, sobreviniendo luego, la muerte de la nación, su disgregación en seis países y el hacinamiento de los cementerios.

La gran rubia, me dijo que perdió tres familiares en la guerra y me fue mostrando fábricas destruidas durante la contienda.

El paro es alto y la joven sangre de Bosnia, riega con su sudor otros países con trabajo. Pasarán muchos años, hasta que se cierren las secuelas de la guerra que nunca debió existir. Es una lástima que la gente envenenada por políticos irresponsables, no aprenda de la sangre ajena.

Hoy domingo, la mama gallina entro de nuevo en casa, le dieron un capricho para el buche y se fue tras la guitarra. Tras un tierno cacareo,  puso su huevo del día y marcho alegre a los verdes campos de la "Casa de la pradera".

Tras un exitoso gazpacho andaluz, esta noche nos espera una sangría española. Juventud, internacionalidad, guitarra y dule vino afrutado por el verano,  arrancarán de nuestros gaznates, un Asturias patria querida, versión campamento bosnio.  Doy por hecho que los mosquitos que nos sangren,  tendrán dificultades para volar, pues estarán igualmente perjudicados por el alcohol.

La gran rubia, me enseño una especie de torre de madera. Creía que era unaliviadero de presiones digestivas, como la de mi rústica experiencia rusa. Pero era un inesperado ahumadero de jamones.  =-Volvimos a la casa con una extraña paletilla ahumada, que será la alegría de nuestra estancia.

Son tiempos hermosos, de los que gusta disfrutar. Estamos vivos, la luna llena platea el incipiente cielo diurno, los maizales tiñen de verde las tierras y la armonía reina en un grupo internacional.

Alguien dijo, que si no estas contento con lo que tienes, tampoco lo estarías con lo que te falta. Por eso intento ser feliz con estar sano y disfrutar de las sonrisas que iluminan mi camino.

Soy el de siempre, alejado de mi rincón de la verdad, en tierra de los Balcanes, donde me atrajo una experiencia humana. Nada más y nada menos.

Nota del autor: Desconozco el ordenador serbio en el que escribo. Las faltas ortograficas son inevitables para mi























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