Cuando me levanté de la cama, vi por la ventana dos pavos salvajes a 3 0 4 metros de distancia. Pensé que en otros lugares, habrían intentado cazarlos.
Luego, ayudé a Kate en una obra social. Una asociación cuyo nombre en español, sería "Alimentos sobre ruedas" sirve comidas a domicilio, a personas necesitadas de ayuda y ella, es una de las voluntarias que colaboran en este proyecto.
Normalmente, los beneficiarios del servicio son ancianos que no pueden desplazarse, enfermos, etc.
Entré en la primera casa y estuve con una nonagenaria encantadora, que vivía de los recuerdos y que agradecía más la conversación en sí, que la propia comida.
Me quedé en la calle esperando, en el resto de las viviendas visitadas, Vi bonitas casas, señales de tráfico curiosas, flores preciosas, lagartos tan grandes como extraños, ibis y finalmente visité una especia de taller museo, de un artesano de origen holandés, que puso la nota de humor y de color de la mañana.
Contento por la gestión realizada, satisfecho por las experiencias tenidas, cansado y hambriento, fui gustoso a casa.
Ayer tuve una desagradable sorpresa. Mi muslo derecho estaba sangrando y manchó el suelo a mis pies. Me alarmé porque no comprendí lo que pasaba.
Wilson y Kate. me dijeron que era un leech que se me había fijado en la piel, inyectado anticoagulante y succionado sangre.
Tras limpiar el suelo, corté la pequeña hemorragia, me aplicaron una pomada y me dieron un antihistamínico. Me procupaba que hubiera sido una garrapata, por la posibilidad de transmitir enfermedades, pero al mirar en internet, supe que era una sanguijuela.
Esta tarde, he vuelto a pasear por el bosque. esta vez, con pantalones largos y un largo impermeable, para protegerme de la lluvia y de la vida animal.
Después, nos entregamos al placer de la cena.
Si una noche fue salmón y otra, chuletas de cordero y esta vez, tocaba comer "salchichas de cabra". Percibí el fuerte y peculiar sabor de la carne, pesar de la mostaza de Dijón,
Ya en los postres hice un comentario sobre el hermoso helecho "cuerno de alce", que crece parasitando una palmera junto a la piscina..
Kate me enseñó entonces, las fotos que semanas antes, había sacado de ese helecho.
Incluyo al final de este artículo, las fotos que yo había hecho de este helecho y la de Kate.
Tal vez, el lector comprenda que esta noche, cierre bien la puerta de la habitación, pues da directamente al jardin.
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