El 31 de octubre, en mi artículo "El eje del mundo", planteaba el reto imaginario de atravesar el mundo siguiendo su diámetro de 12577 km.
El simil era lograr 12.577 lecturas de mi blog, equiparando cada lectura del blog, con un km
Pensaba que tardaría bastante en conseguirlo, pero mis artículos sobre Australia, tal vez por el exotismo del destino, atrajo numerosos lectores al blog.
Es pura fantasía, no exenta de admiración por Julio Verne, uno de los escritores que me aficionaron a la lectura en la adolescencia,
La travesía ha recorrido la corteza exterior de la Tierra partiendo de España, el manto superior, el inferior, el núcleo externo y el interno, para hacer un recorrido inverso, nuevamente, pero en dirección a nuestras antípodas, en Oceanía, lugar donde me encuentro actualmente.
El hipotético viaje, ha traído hasta acá, aires de una España doliente, perpleja y humillada por un grupo de iluminados, que pretenden un viaje, tan irrealizable como el mío, esta vez, hacia el desmembramiento de nuestra patria.
Si, he dicho patria y soy demócrata.
La sagrada unidad de España, está sellada por siglos de convivencia en común, por la sangre derramada por nuestros antepasados, muchos de ellos catalanes, por la voluntad mayoritaria del pueblo español en su conjunto y por nuestra Carta Magna.
La sagrada unidad de España, está sellada por siglos de convivencia en común, por la sangre derramada por nuestros antepasados, muchos de ellos catalanes, por la voluntad mayoritaria del pueblo español en su conjunto y por nuestra Carta Magna.
La cápsula imaginaria de mi blog, ha emergido en un país serio, hermoso y responsable. Aquí hay una sola bandera, la convivencia es patente, el respeto por la Ley innegable y no hay grupos que quieran destrozar su nación.
Ojalá, llegue allí un soplo de cordura y serenidad, para que no se rompa la convivencia, pues la alternativa puede ser una tragedia.
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