"Las imágenes de esta crónica, pueden herir la sensibilidad de los lectores"
Regresábamos al sur de Benín y de camino a Abomey, paramos en el mercado de fetiches de Bohicon.
El fetichismo es una palabra de origen portugués que significa hechizo. El vudú es una intermediación divina que entre las fuerzas naturales y el hombre, a las cuáles se dirige para implorar su favor.
No existe aldea ni población en Benín, que no posea un lugar con fetiches de madera, cerámica o hierro a los cuales, los fieles puedan llevar sus ofrendas, como aceite de palma, miel, caracoles, etc.
Un gran número de ceremonias rituales, está relacionado con el culto a los muertos. Se invoca a los antepasados ofreciéndoles sacrificios. En ellos matan gallinas,perros, cerdos u ovejas, cuya sangre se destina a la divinidad y la carne a su consumo por los fieles.
La religión fetiche, con sus distintas variantes, se apoya en diversas divinidades fundamentales que explican el origen del mundo: la luna, el sol, el trueno, la fecundidad, el movimiento perpetuo,... También hay otras divinidades locales, que protegen los poblados y las viviendas de los espíritus malignos que los acechan.
Entendí que en el mercado de fetiches de Bohicon, se venden animales vivos y muchos restos de animales, que son utilizados de forma personalizada o para grupos concretos de individuos.
Antes de acceder al mercado, nos advirtieron seriamente de que no podíamos sacar fotografías del lugar, excepto en uno de los puestos de venta, donde el propietario accedía expresamente a ello.
El mercado era un amplio lugar en tierra, polvoriento y lleno de toscas estructuras de madera, en las cuales se exponían las mercancías en bandejas hechas de fibra vegetal. Contenían masivas cantidades de restos de animales muertos: pájaros, aves carroñeras y de presa, herbívoros, depredadores de todo tipo, ...
Había bandejas con numerosas cabezas de perros, de monos, etc., en cráneos, ya momificadas, o recién decapitadas, aún con sangre y con un aspecto francamente desagradable.
Había patas de todo tipo de animales, pieles de serpientes, guepardos,gacelas, antílopes,..e incluso animales enteros ya momificados, como serpientes, lagartos, cocodrilos de pequeño tamaño, etc.
Además, había animales vivos para el sacrificio, como cientos de escorpiones, camaleones, serpientes, tortugas carnívoras, erizos, etc.
No faltaban muñecos de vudú, gri-grís y otors elementos de protección o de superstición.
El ambiente era un tétrico lugar que hería la sensibilidad de personas de nuestro entorno cultural y una tragedia para quienes amamos la vida en todos los órdenes, defendemos la biodiversidad y la conservación del Planeta, así como el bienestar animal. Además, aquello constituía un claro foco de difusión de enfermedades y pienso en todo tipo de gérmenes y parásitos, pero específicamente, en un claro riesgo de carbunco.
Pero aquél no era mi país ni el fetichismo mi creencia. Debía respetar las tradiciones de un pueblo y su su estilo de vida, pero nunca abdicaré de la posibilidad de contribuir a la evolución intelectual de cualquier sociedad.
Hice numerosas fotografías, aún con un nudo en el estómago y adquirí algunos objetos que no colisionaban con mi forma de pensar: espinas de puerco espín, cuya obtención no implica necesariamente la muerte del animal, gri -grís y unos muñecos tallados de madera usados en los ritos del vudú.
Tuve en mis manos animales vivos, como la tortuga carnívora, que era peligrosa por los espolones de sus patas y la picuda y poderosa boca, capaz de arrancarte un dedo; camaleones, erizos, ranas, galápagos, pequeños ofidios, ... y no acepté meter la mano en un barreño lleno de negros escorpiones que intentaban escapar de su encierro.
El manejo de las pequeñas serpientes, fue un entrenamiento para lo que nos esperaba en el Templo de las pitones más adelante.
Artículos de vudú
Tallas de vudú, gri-gri, púas de puerco espín y cocodrilo momificado
Piel de serpiente y piel de guepardo
Calavera de mono y serpiente momificada
Cabeza decapitada de un simio aún fresca
Calavera de un dik dik
Cocodrilo disecado y cornamenta de antílope
Canasto con camaleones vivos
Jaula con erizos
Barreño con escorpiones
Serpiente pitón
Pequeños ofidios vivos
Le dijo la serpiente secreto a Ángeles?
Camaleón
Tortuga carnívora
Hola Miguel, soy Nacho García investigador del Proyecto Penantus en CyL. He leido tu post sobre el fetichismo en Benín. Quería ver si disponías de fotografías de rapaces muertas o vivas en ese mercado de Bohicón, ya que uno de los problemas de conservación del águila calzada es la captura y muerte de ejemplares en el sahel. Mi email es isgdios@gmail.com
ResponderEliminarHola, atentiendo su petición, le he remitido un amplio reportaje fotográfico del mercado de Bohicón que me han facilitado. Espero que le sea de utilidad
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