Los seres humanos, necesitamos dar y recibir amor. La mayoría de las veces, nos contentamos con el de nuestros semejantes, aunque son muchas las personas, que además tienen un animal de compañía.
Hay quienes se encuentran solos en el mundo y parejas que no desean tener hijos y proyectan sus afectos hacia un animal.
Cuánto mayor es el grado de desarrollo de una sociedad, mayor es el respeto y el amor por los animales o tal vez, más necesidad hay de encontrar cariño.
Hay veces, que las actitudes se llevan al límite de lo absurdo y del ridículo, al "humanizar" excesivamente los cuidados de estos animales. Por ejemplo, organizar fiestas de cumpleaños, para que el animal disfrute su aniversario con caprichos extra y otras compañías de su especie.
Pero uno ya está de vuelta de muchas cosas de la vida. En mi largo camino recorrido, he aprendido a no juzgar, en la mayoría de los casos, los sentimientos ajenos y a respetar las actitudes de otros, cuando no las comprendo.
Hoy expongo a los lectores, un pequeño reportaje fotográfico, de restaurantes para animales de compañía.
Existen restaurantes, en los que se puede comer acompañado de la mascota preferida, lo que no siempre es posible en un restaurante tradicional.
Se llega incluso, a la especialización por la especie del animal de compañía. Es lógico pensar, que no se puede comer con serenidad, si mezclamos perros, gatos y búhos, por ejemplo.
¡Vivir para ver!
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