martes, 12 de mayo de 2015

Ciudadanos del mundo

El mundo se empequeñece, a medida que las tecnologías crecen. 

Es una frase bonita, pero no es totalmente cierta.

Pues, cuando la Tierra se enfada, escupe lava, tiembla, siembra tempestades, inunda valles, arrasa poblaciones, nos empequeñece, nos da una cura de humildad y nos devuelve a la realidad.

Honduras, Indonesia, Haití, Nepal,...son trágicos ejemplos recientes.

Excavamos galerías, construimos puentes, invadimos el espacio, modificamos los mapas genéticos, dominamos el resto de las especies del planeta y jugamos a ser dioses.

Por eso, nos creemos dueños del mundo y hablamos de él, como nuestra aldea global.

Lo cierto es que los medios masivos de transporte, por tierra, mar y aire y las telecomunicaciones, han favorecido el tráfico mundial de mercancías, personas e ideas, a través del mundo.

Nuestros abuelos, realizaban su viaje de bodas a la capital de su provincia, a veces, incluso en coche de caballos. 

En España, nuestros padres, lo hacían en muchos casos, viajando a Mallorca.

Nosotros y nuestros hijos, ya hemos rebasado fronteras. No hay lugar, donde no haya estado un español.

Si vemos Españoles en el Mundo, comprobamos cómo nos abrimos paso por el globo terráqueo. 

Como emigrantes, turistas, aventureros, científicos, deportistas, e incluso como políticos..., por ejemplo, un español, colabora directamente en los centros de poder en Corea del Norte

Cuando acontece una desgracia natural, se produce un atentado terrorista en algún país o estalla un conflicto bélico, es raro que no haya compatriotas nuestros afectados.

El hundimiento del crucero Costa Concordia, el terremoto de Nepal, el atentado terrorista de de Túnez, el avión estrellado en los Alpes franceses,... son  ocasiones para constatar la presencia española en el mundo.

Pasamos una vida en este planeta azul. 

Para nosotros, es una inmensidad, pero es nada, para los tiempos del Universo.

Creemos que la Tierra nos pertenece, cuando somos nosotros quienes le pertenecemos.

Queremos vivir mucho tiempo, poseer muchos bienes, tener mucho poder y hollar todos los caminos.

La propia ONU, ha publicado un mapa, que se puede rascar, para señalar nuestro paso por los países del mundo. Como un álbum, donde coleccionamos territorios, en lugar de cromos de futbolistas de la liga.

Queremos dejar nuestra huella  en la vida, marcar diferencias con los demás y perdurar en el tiempo, tras la muerte.

Si vemos pelos teñidos, con colores jamás inventados por la Naturaleza, o llamativos modelos de ropa, por ejemplo, lo comprendemos con rapidez.

También escribimos nuestras memorias, erigimos monumentos, y nos empeñamos en entrar en la historia.

Yo no soy diferente al resto de los seres humanos.

Tengo defectos, debilidades y contradicciones, como cada unos de los miles de millones que pueblan o han poblado el mundo.

No es de extrañar, que por propia satisfacción, o tal vez, por vanidad, desee publicar los mapas de mi vida y quiera demostrar, que soy un hombre de mi tiempo, y un ciudadano del mundo.

Tú, querido lector, eres otro ser humano y si miras en tu interior, sabrás comprenderme y perdonarme.

Nota adicional: ha sido imposible incluir en el mapa de visitas a la República de Sao Tomé e Príncipe y a la Isla de la Reunión, ambas, de origen volcánico; la primera de ella, en el Golfo de Guinea, frente a Guinea Ecuatorial y Gabón. La segunda, en el Océano Índico, al sudeste de Madagascar. En ambos lugares he trabajado también

Países del mundo que he visitado (12 de mayo de 2015)

Países del mundo en los que he trabajado (12 de mayo de 2015)

       Países del mundo con lectores de mi blog (12 de mayo de 2015)







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