Cuerpo de padre

Hace años, los jóvenes nos llamaban carcas, "orejas", por mostrar éstas al tener pelo corto y "palmeras", porque pronto "la palmaríamos".

Ahora dicen que tenemos "cuerpo de padre", es decir, con sobrepeso, exceso de colesterol, y articulaciones resentidas, principalmente.

Lo cierto es, que siempre hay una competencia generacional, entre los mayores y los jóvenes, que nos quieren aparcar, en los libros de la historia.

Recientemente, el joven dirigente político, Albert Ribera, largó una andanada electoral, invalidando la capacidad de "vivir y trabajar" la política, a los que hemos comido, demasiadas uvas de la suerte.

Nosotros, los del "chiste de la edad de los metales", somos los del partido gris; los que hemos envejecido con éxito, mientras los jóvenes, prometen, pero aún no han podido llegar, 

Somos la experiencia que podemos mejorar el ímpetu juvenil. Los que hacemos la madre de un caldo joven, para que tras el tiempo necesario en barrica, saque de sí, lo mejor que tiene.

Un joven, adelanta en situaciones dudosas de carretera o salta un vado, confiando en su capacidad. pero no siempre, le responden las fuerzas y a veces, acaba siendo carne de esquela.

Un  "cuerpo de padre", es consciente de sus limitaciones orgánicas, sopesa sus posibilidades y habitualmente, se propone retos menores a su potencial.

No todos los jóvenes llegan al final, mientras todos los ancianos, han sabido hacerlo.

Los jóvenes debieran pensar, porqué el Senado se llama así y porqué en muchas culturas, se valora y venera el "Consejo de Ancianos" 

Admiro a Albert. Es un político con gran futuro, que cae bien, dice las cosas por su nombre y es consecuente con sus ideas. Pero a él, como a su partido, le falta un herbor y eso se cura con unas cuantas hojas de calendario.

Es inteligente, tiene carisma y tiene corazón de patriota. Es un gran activo político y una esperanza nacional, pero debiera pensar, que "Más sabe el diablo por viejo, que por diablo".

Es muy difícil dar la cara en una campaña electoral, con un equipo por cuajar y a pesar de ello, está haciendo una gran trabajo. 

Albert es un gran caldo, al que le falta un tiempo de barrica.