sábado, 16 de mayo de 2015

El sudoku

Yo era de crucigrama y de ahorcar el 6 doble en el dominó. 

Pero ahora, mi pasatiempo, es el sudoku.

Es un magnífico gimnasio para las neuronas.

Hago numerosos sudokus on line, imponiéndome incluso, un tiempo para terminarlos.

Uso así mi intelecto, mantengo la presión del tiempo y a su vez, procuro dominar mis nervios.

Es un reto y un veneno.

Un breve estudio del cuadro, me permite adivinar los números más complicados. 

El sudoku, como muchas cosas de la vida, necesita esfuerzo y tesón.

En realidad, consiste en encontrar "el abrelatas". Llamo así, a resolver la casilla clave, que luego desencadena la solución final.

Algo así, es en este momento la investidura en el Parlamento de Andalucía, antesala, de lo que ocurrirá en numerosos parlamentos y ayuntamientos de España, a partir del 24 de mayo.

La crisis, el hartazgo por los recortes, los abusos de poder de los que lo ostentan y un sistema, que hurta a los electores ejercer una democracia más directa, son causas que determinarán la previsible atomización de los parlamentos, diputaciones y ayuntamientos.

Al igual que el sudoku, será preciso mucho tesón, para recomponer el puzle y hacer gobernables nuestras instituciones políticas.

Será preciso, encontrar el abrelatas del consenso y armonizar idearios absolutamente contrapuestos, cuestión cuasi imposible.

Lamentablemente, en la legislatura que ya se extingue, se ha perdido la ocasión de resolver el problema de la gobernabilidad.

Ha faltado  en los dos grandes partidos nacionales, valentía, honestidad y grandeza de miras, para hacer la reforma electoral.

Aquellos polvos, trajeron estos sudokus.





















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