Las empresas se ubican en países en vías de desarrollo (PVDs), para aprovechar la mano de obra barata y en muchos casos esclava, con míseros salarios de subsistencia, sin horarios razonables, sin higiene y seguridad en el trabajo y sin capacidad de defender unas mínimas condiciones laborales.
Paralelamente, en los países desarrollados (PDs), los trabajadores deben adaptarse a la flexibilidad horaria, la movilidad y a la precariedad laboral, así como a menores salarios, para evitar en la medida de lo posible, que las empresas realicen la "deslocalización" de sus fábricas hacia los PVDs.
Los transportes masivos de turistas, a países exóticos y lejanos, han acercado culturas, a las que en el pasado, solo tenían acceso algunos intrépidos viajeros. Este traslado masivo, ha supuesto la degradación medioambiental de tierras vírgenes, el aumento de los gases de efecto invernadero por los reactores de los aviones, la contaminación y degradación cultural de poblaciones otrora aisladas, el turismo sexual, la dispersión de especies animales y de plantas invasoras, la extensión de enfermedades tropicales en PDs, como el paludismo, el dengue, el chinkunguya y más recientemente, el Zika.
Mosquitos tigre, mejillones cebra, especies vegetales invasoras.... cada vez son más los riesgos ecológicos que nos amenazan.
La migración en sus dos facetas; inmigración y emigración, ha tenido también consecuencias. En los PDs, emergen nuevamente enfermedades que estaban en regresión, como por ejemplo, la tuberculosis y se producen rechazos de las capas nacionales sociales más bajas, por la competencia en los empleos, las viviendas y las plazas escolares de los hijos.
Se produce el mestizaje genético, cultural y religioso, creándose tensiones étnicas, ghettos, reivindicaciones religiosas exigiendo libertad de sus propias culturas y la limitación de las propias de los nacionales.
El mundo avanza no se sabe dónde, el ser humano olvida sus raíces, hay pérdidas de valores, mayor promiscuidad sexual y un aumento de la violencia de género. Ésta última, quizás sea debida en parte, por la diferencia de velocidad de evolución entre los géneros masculino y femenino. Tal vez, el aumento de los casos de este tipo de violencia entre la población inmigrante en España, sea debida a la incapacidad de la mentalidad varonil de inmigrantes, con culturas menos permisivas respecto a la liberación de la mujer.
El mundo gira a la velocidad de siempre, pero el ser humano, ha experimentado grandes avances, quizás no siempre en la mejor dirección, pero el cambio es vertiginoso, e imparable. La globalización es un hecho irreversible . La aldea global es definitiva.
Los cambios son profundos y debemos adaptarnos con gran rapidez. Hemos de paliar los aspectos negativos, potenciar los positivos y realizar sobre todo esfuerzos en la conservación de la naturaleza, la seguridad jurídica, la justicia social, la seguridad ciudadana y la tolerancia.
La globalización es un reto enorme e inevitable
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