Estaba a dos horas de tren de Lyon, Francia. Había huelga general en Francia y no tenía la seguridad de llegar. Estaba en juego volver a la ciudad donde viví el verano de 1971 y saludar a una vieja amiga y a una compañera de la reciente consultoría realizada en Argelia.
La ciudad había crecido mucho, pero estaba espléndida. Visité la plaza de Bellecour,recorrí los puentes sobre los ríos Saone y Rhone, anduve por el Viejo Lyon medieval, disfrutñe de las numerosas y curiosas tiendas, fallé en el intento de dar una vuelta por los ríos en el Vaporetto, subí en el teleférico, hasta la Basílica que domina la ciudad desde una colina y tras visitarla, me recogí en casa de mi colega profesional.
El reportaje gráfico, muestra las imágenes que quedaron grabadas en mi retina, cuando oía mis asos sobre los viejos adoquines de una ciudad hermosa, famosa por albergar la otrora burguesía de la seda y en la actualidad, numerosas industrias químicas y farmacéuticas.
Pueden verse en la entrada de la catedral, las imágenes descabezadas, por algunos descerebrados ciudadanos de la Revolución Francesa.
Mientras posaba abrazado a un león, símbolo de la ciudad, recordé con cierta desazón, los leones que custodian el Congreso de los Diputados en la Carrera de San Jerónimo, allá en Madrid. Si aquellos hablaran, rugirían por los espectáculos que les ha tocado vivir y ver, protagonizados por los actuales padrastros de la Patria, que en poco se parecen a aquéllos padres que instauraron la democracia con creatividad, generosidad y altura de miras.
Esta medieval ciudad, tiene numerosos pasadizos subterráneos, que se comunican entre sí formando un laberinto por donde circulaba la Resistencia francesa durante la ocupación nazi. Sus paredes han sido testigos mudos de heroicidades, emboscadas, muertes, represalias, huidas y miedos en una tenebrosa época. Hoy son objeto de admiración y curiosidad de cuantos nos interesamos por el arte, la historia y la vida.
Lyon es la capital gastronómica de Francia, aunque pobre de mi, durante mi época de becario y estudiante de postgrado, solo disfruté del rancho universitario. época feliz, donde compartí juventud y ansias de vivir, con becarios como yo de unas 40 nacionalidades diferentes.
Visitados mis recuerdos y abrazadas mis amistades, tuve la suerte de partir hacia Ginebra en uno de los trenes no afectados por la huelga.
Durante el trayecto, fui rodeado de chicas con la hermosura de la juventud. Una de ellas, la que estaba frente a mi, medía prácticamente dos metros de altura. Pensé para mí, cuán lejos estaba de de esta generación en edad y estatura.
Lámparas en la Basílica
Vista panorámica desde la Basílica
Figuras decapitadas durante
la Revolución Francesa
El Viejo Lyon restaurado
Con el símbolo de la ciudad
Los pasadizos del Viejo Lyon
La seda de Lyon
Demostración de crianza de gusanos de seda
Más de 140 marcas de cerveza artesanal en la región
Ni este es el río Sena..........
Ni esta es la Torre Eiffel
Lyon es famosa por sus guiñoles
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