Acto solemne en el colegio. Fiesta de fin de curso. Una hornada de jóvenes, se ha cocido en el horno de las virtudes humanas y ha adquirido la formación para un nuevo crecimiento personal.
Un gran enseñante. Un maestro en mayúsculas. Un intelectual que crea impronta, hace escuela y forja hombres.
El Profesor Francisco Gómez Antón, soltó muchas perlas aquél mayo del 96:
- No te agobies, aunque ni siquiera tengas claro todavía, la carrera que prefieres.
- Si vas a la Universidad, proponte como objetivo básico, no "aprender", sino "aprender a aprender". Y para hacerlo, centra tu atención en tres cosas.
- La primera, adquirir una visión clara del "mapa" de cada área de conocimiento y de su situación en el mapa general.
- La segunda, dominar los métodos de trabajo, que son indispensables para avanzar en solitario y que consisten sobre todo, en saber preguntarse y preguntar.
- La tercera, familiarizarte con las fuentes del conocimiento, lo que conseguirás únicamente usándolas
- Cultiva en tu interior, la pasión por lo esencial. De lo contrario, te perderás en la floresta de la información, cada vez más tupida y anegante. No olvides que la información que no sirve para algo no sirve para nada; y que lo importante es lo esencial. Lo demás, es "paja", erudición barata.
- Ten la seguridad de que conseguirás llegar a puerto con tal que sepas y en la medida que sepas, leer y escribir.
- Cuando digo "leer" me refiero a la capacidad de captar el sentido real de lo manifestado con palabras orales o escritas, en la propia lengua o además en otras; con símbolos matemáticos, físicos, etc.; con imágenes, colores, armonías y otras formas de expresión artística; e incluso con miradas, gestos y actitudes; o de lo que subyace, por ejemplo, en el paisaje o los restos históricos...
- Y cuando digo "escribir", me refiero a la capacidad de plasmar conocimientos, ideas, sentimientos o emociones por escrito y oralmente; en la propia lengua o, además, en otras; con palabras, símbolos, instrumentos musicales, lápices, pinceles<; y hasta con la mirada y la actitud, la actitud sobre todo....
- Leed mucho. Leed siempre, leed bien. Porque es el factor diferencial de quienes se limitan a pasar por la Universidad y de los que salen de ella enriquecidos. Aún más importante que el dominio de una lengua, es el amor a la verdad, que os llevará a buscarla apasionadamente hasta encontrarla, por mucho que se oculte. Pues por cierto que sea que nada puede ser querido si no es previamente conocido.
- Procura consolidar al máximo los principios y actitudes que necesitarás para insertarte en el mundo y mejorarlo.
- Ojalá consolidéis en vuestros años universitarios todos estos principios y actitudes. Porque el mundo será vuestro en cualquier caso, y os importa mucho que sea lo mejor posible. Batallad por él y desde ahora.
- ¡No os enclaustréis en vuestro propio corazón! Mirad al mundo entero con amor! Podéis hacerlo, pues os han imbuido el amor decidido por la verdad, el deseo de contribuir con ella a la mejora de la sociedad, el respeto a la dignidad de los demás, la capacidad de diálogo con todos, la lealtad´el sentido de responsabilidad e incluso el buen humor.
- Y esto es, sin duda alguna lo esencial. Porque de nada os serviría saber mucho si no lo emplearais para el bien, si os dejarais llevar por la ambición o por la arrogancia, si no fuerais capaces de dialogar con todos eludiendo actitudes sectarias o dogmáticas, o si anduvierais por la vida con el semblante sombreado de amargura y la mirada torva e insatisfecha.
- Pon la mirada lejos y en lo alto. recuerda que para navegar al norte hay que escrutar la bóveda del cielo en busca de una estrella; y que arrastrar la vista por el suelo es signo claro de vejez o pesadumbre.
- Ten paciencia y sé tenaz.
- Vive la vida apasionadamente, a tope, amando el riesgo y sin aburguesarte. A alguien que no hizo lo que se debe, se debe la célebre pintada escalofriante "¿hay vida antes de la muerte? ¡Vive! Y para ello, ten siempre abierta el alma al sol de la verdad y a la intemperie de la realidad, y sé tu mismo, aunque hayas de ir en contra de la mayoría. Las cicatrices que pueda producirte hacerlo, condecorarán tu pecho de por vida
- Sonríe. No vayas por el mundo "de ciprés", que es el árbol del cementerio. Pero que tu sonrisa no sea un gesto "asiático" de cortesía artificial.
- Ultimo consejo: No olvides tu colegio. Déjate acompañar día tras día por los buenos recuerdos de tu vida en él
Queda la foto final. El recuerdo del presente, que sería pasado en el futuro. Promesas de verse, penúltimos abrazos y diáspora juvenil, siguiendo sus sueños, sus capacidades, y sus caminos.
La mayoría de ellos, se encaramaron al árbol de la sabiduría universal, con un tronco común, pero en distintas ramas del saber y con distinto resultado.
No todos besaron el éxito personal, académico o profesional. El esfuerzo personal, las decisiones en las encrucijadas, la suerte del camino, el caldo de cultivo familiar, los amigos, las parejas, las debilidades y fortalezas humanas o tal vez, un destino ya escrito, marcaron la hoja de ruta de cada cual.
Al principio, se sucedieron reuniones de nostalgia, pero luego, el tiempo, la distancia, el éxito o el fracaso, las evoluciones personales o los intereses diferentes, dificultaron la cohesión del grupo hecho en la adolescencia.
Y un día, alguien querrá celebrar unas bodas de plata, para contarse entre todos, el camino recorrido. Y serán más viejos, más sabios y reirán los recuerdos.
Se mirarán de reojo y compararán sus vidas y los caminos, que un día ya lejano, tuvieron un punto común de salida y se desplegaron en abanico.
No ha sido difícil adivinar el presente. Solo he tenido que mirar en el baúl de mis recuerdos, cuando también yo, me encaramé al árbol de la vida y la sabiduría, llamado Universidad.
Han pasado 20 años. Nunca más vimos al entrañable maestro que les dio la última lección, pero su mensaje quedó grabado en el alma de mi hijo y en un viejo papel, donde escribí los sabios pensamientos que pronunció.
Mi hijo es padre de familia, universitario, profesional de éxito y sobre todo, un hombre con valores, que una vez, fue a un colegio, cuyo lema es:
"Sacamos lo mejor que hay en ti"
"La mejor herencia que un padre puede dejar a un hijo, es la educación" "Mi mayor satisfacción, es haber conseguido hijos sanos, buenas personas, íntegros, y felices"
Soy por ello, un padre y también un abuelo feliz
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