Luna llena, frío de noche, cuerpo cansado. Tengo sueño y ojos abiertos. Dormir no puedo, ni navegar por mi subconsciente.
Silencio sin crujidos, sin voces, ni ruidos de naturaleza. Solo yo, en mi propia compañía, pensando en la vida.
Hogar hermoso, refugio de corazones amigos. Bienestar y seguridad, en la intimidad de la estrellada negrura.
Momentos serenos, de paz interior y meditación. Tiempo de verdades, ante el espejo de la conciencia. Tic tacs de porqués, de cuántos, de cómos y cuándos.
¿Porqué paseo el mundo? ¿qué busco?, ¿huyó de algo? y ¿qué ansío ansiar lejos, que no haya cerca? ¿Quién sabe tantas respuestas?, ¿quien se conoce tanto?, ¿qué nos mueve, ¿qué nos da la risa o nos lagrimea?, ¿qué nos impide dormir el sueño y soñar dormido?
Luna llena, ojos abiertos, corazón cerrado, sin alma amiga, Esta noche, no cuento ovejas, ni sueño estrellas, solo un desvelo, pensando formas de nubes y lluvias de sentimientos, con ojos enrojecidos y brillantes, corazón caliente, alma ¿valiente? y cuerpo cansado, pensando en los rizos y en los rezos de la vida.
No es prosa, ni es poesía, tan solo letras que se sienten, sin lógica aparente, salvo para el alma amiga, que por un puede o un tal vez, oiga también, el silencio de mi noche.
Nota del autor:
No piense el lector que desvarío si no comprende mis palabras, pues ¡Si son para ti, aunque no las leas y si no son para ti, aunque las pienses!
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