Llevaba mi sueño a la cama cuando un mensaje sobrecogió mi alma. Esta vez, la ruleta de la muerte se paró en Niza.
Un camión de odio, atropellaba la felicidad y la alegría tras las explosiones de luz y color en el cielo de la noche.
Llanto, miedo, dolor, sangre y muerte, ponían el lazo negro en la bandera francesa y en todos los corazones de la buena gente.
Otra vez, la barbarie humana ha segado la vida de seres inocentes, cuyo pecado era en este caso, celebrar la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Francia es una gran nación que llora sus muertos con desesperacion y rabia, pero nunca hincará la rodilla ante el terror el fanatismo y la locura.
Mi bandera nacional, es la roja y gualda, pero hoy lloro lágrimas de pena y solidaridad por el azul, el blanco y el rojo de la enseña de un país hermano.
Paz y honor a los muertos. Serenidad y firmeza a un gran pueblo. Ahora más que nunca,
ÉGALITÉ, LIBERTÉ ET FRATERNITÉ
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