martes, 26 de julio de 2016

Viento sur

Un amigo psiquiatra,  me comentaba que a los santanderinos nos afectaba mucho el viento sur. Al parecer, nos volvíamos más descontrolados y violentos, aumentando los casos de accidentes, discusiones, agresiones físicas e incluso de suicidios.

También me dijo que la publicación de noticias de asesinatos y suicidios, incitaba a la emulación de hechos similares.

Vivimos en una sociedad mediática, donde la información es prácticamente instantánea y universal.

Habitamos el Planeta, unos 7.000 millones de personas y cada día, se producen numerosos asesinatos y suicidios en el mundo.

Si los medios públicos de difusión tienen el deber de informar a la población, de los acontecimientos del mundo, hay casos que requieren una reflexión y un pacto de silencio.

No se trata de un apagón informativo, preludio de la pérdida de libertad y capacidad de reacción de la sociedad, sino de no incitar a gente emocionalmente inestable, a la comisión de actos de violencia y de suicidios, por un exceso de información o por la exposición púbica de escenas que caen en el terreno de la morbosidad.

La sociedad está convulsa. Nos estamos acostumbrando a conocer los asesinatos pasionales, como asumimos los muertos de tráfico cada fin de semana.

Recientemente, oímos noticias cada vez más frecuentes, de actos terroristas por doquier. Hay gente radicalizada que enloquece de odio y mata y enfermos mentales que encuentran en la radicalización religiosa, la justificación moral para asesinar.

Es muy difícil evitar el terror en atentados masivos, pero no debiéramos darles demasiada cobertura mediática, pues es uno de los fines de los terroristas para secuestrar nuestra libertad.




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