sábado, 23 de julio de 2016

Yottie

Mi mundo comenzó en la España de la dictadura y era en blanco y negro. No había mucha libertad, pero gozábamos de seguridad, orden y tranquilidad.

Jugaba a policías y ladrones, a piola, a las canicas, a la peonza y por supuesto, a la pelota.

Mi ambiente era feliz, con pocas posibilidades, pero con mucha imaginación y mucho amor de familia.

Salí adelante con esfuerzo y corazón. Realicé muchos sueños de juventud, pero tuve también fracasos y decepciones, que no fueron sino enseñanzas de vida, forja de carácter y retos de futuro.

Era mi vida posible en un país que no ofrecía muchas posibilidades de salir al mundo exterior, conocer nuevos paisajes y nuevas ideas.

Me gustaban las jóvenes rubias, de ojos claros, miradas dulces y cuerpos hermosos. Eran las oníricas walkirias que sólo podía ver en el papel cuché; sueños jóvenes de amores platónicos de un mundo ajeno.

Por entonces, una hermosa mujer, era portada de las revistas internacionales de moda. Una top model de anuncios publicitarios también en España.

Belleza y estilo, todo un sueño inalcanzable para los mortales de a pie, pero un mito de la moda a seguir.

Pasaron varias décadas, me curtí profesionalmente, tuve experiencias internacionales, una familia y una vida plena y feliz.

Alcancé mi jubilación y recorrí otros mundos de horizontes extraños. Conocí gente hambrienta, corazones soñadores también en blanco y negro, millonarios, un sangriento dictador, aventureros y gente amable, de sonrisa fácil.

Cuando miro el mapa del mundo, pongo caras de amigos en muchos países. Son sentimientos de mi historia, personas que me han sonreído, abrazado y transmitido la nobleza de sus corazones.

Todo ello, ha forjado mi personalidad y me han colmado de ideas, experiencias y sentido común.

Aficionado a escribir, inicié un blog sin saber qué podía depararme el destino. 645 artículos publicados en 19 meses, 24.000 lecturas realizadas desde 70 países de los 5 continentes y lectores que aprecian el valor de mis palabras, escritas desde el corazón y la sabiduría del camino, me han facilitado experiencias humanas importantes.

Entre mis lectores, he tenido el privilegio de contar con Yottie, la hermosa top model de mi juventud. No es de mi mundo y si antes solo la veía en las revistas y en los grandes carteles publicitarios, ahora disfruto en la distancia, de su glamour, exquisitez y distinción.

Yottie conserva la belleza de su juventud y tiene la serenidad de los años vividos. Su experiencia internacional, su pertenencia a la nobleza británica, sus ojos de mirada turquesa y su dominio del escenario social, hacen de ella una gran dama que a nadie deja indiferente.

Por azares de la vida, he mantenido con ella un hilo de comunicación personal y me he sentido honrado por ello. Ha sido una sinfonía de ida y vuelta, sincera, hermosa y gratificante.

Buceando en su personalidad, he encontrado inteligencia, plenitud vital, una mente sin fronteras, generosidad y un corazón de oro, lleno de sensibilidad y espiritualidad.

Yottie, es oxígeno en vena, nobleza de espíritu, doradas burbujas de vida, sorpresa del camino y sobretodo, un privilegio conocerla.









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