El fondo de color es el verde, pues Suecia es un inmenso bosque con más de 100.000 lagos y miles de casas de color ocre o amarillo dorado.
Pero ahora me refiero a las pequeñas manchas de color que representa su flora, diminuta o no y que durante mi estancia he ido atesorando en mi cámara.
Algunas son cosmopolitas y por tanto, conocidas por otras zonas geográficas y otras, son autóctonas del norte europeo.
Este articulo, no es un trabajo botánico, sino un álbum de colores de lo que he visto o he escudriñado a veces, sacando a la vista, insignificancias florales escondidas entre espigas del campo.
A veces, el lector observará algunos insectos. Estaban muy afanados en sacar su alimento de las flores y no me he resistido a fotografiarlos también. Ardua tarea; captar la imagen en primeros planos, con una mínima profundidad de campo, a flores mecidas por el viento, o a insectos que "van de flor en flor", como mucho varón incorregible, no es fácil de conseguir.
Este artículo es simplemente de los colores de la vida; nada más y nada menos. Cualquier manifestación floral, por minúscula que sea, es un milagro de la naturaleza y desde luego, mucho más hermosa que la mejor obra de arte que haya podido crear el ser humano, pues nunca podrá competir con el Creador.
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