La dulce mañana me ofreció su suave brisa. Un turpial se acercó al estanque de mi jardín.
Bebió y se bañó con la satisfacción que da el placer.
Era el pájaro nacional de Venezuela; el que utiliza el difunto Chaves, para hablar con Maduro,
el Presidente de Venezuela; el que viste chandal con la bandera bolivariana.
El pájaro, ensalzó su bello plumaje, con un hermoso trino y entré en éxtasis.
Comprendí entonces, que Maduro oyera a Chaves, pues yo también entendí su mensaje.
Me cantó al oído, que un conductor de autobuses, allá en el Caribe, tal vez, con buena intención, persigue a los ricos de su país, dándoles una patada en el trasero de los pobres, cada vez más pobres.
Su trino me relató, que ya no hay ni papel higiénico, para asear salvada sea la parte y que es muy difícil el abastecimiento de los productos básicos, en su país.
Me dijo que cada vez, se parecía más a la dulce Cuba, que a pesar del azúcar de caña y el tabaco, no ha podido dar un mejor nivel de vida a su pueblo.
Se quejaba el pajarito, de que Cuba camina lentamente hacia la libertad, mientras su amada Venezuela, va rápidamente hacia el liberticidio y la miseria, en el autobús de un Maduro, que se ha metido en una ruta sin salida.
Trinaba y trinaba. Con pena y belleza, me decía:
Cuidado,... que en España han sembrado la semilla política del Caribe.
Cuidado,... que aquí van a perseguir los intereses económicos de las familias que han huido, de la miseria venezolana...
Tras trinar muchos cuidados y algunas penas, me relató, cómo sufren en la cárcel, políticos honestos de Venezuela, mientras que la República, da sustento y libertad, a perseguidos de la justicia española, por pertenencia a banda armada.
El pajarito volaba de rama en rama, se limpiaba el pico contra una madera, me mostraba su bello plumaje en oro y azabache.
Le conté, que había estado un mes en Honduras antes del huracán Mitch y comprendí, por las injusticias y desigualdades que allí vi, las reivindicaciones sociales del pueblo llano.
Cuidado,... me dijo de nuevo, desde que llegó Maduro, el pueblo tiene menos pan y menos libertad.
Cuidado,... que el país está sumido en la violencia y el odio.
Cuidado,... que los amigos de Maduro, pueden empobrecer tu país.
Cuidado,... que algunos de ellos, son ya alcaldes en España
Cuidado,... que tu país puede romperse para siempre....
Y extendiendo sus alas, el pajarito voló al oeste, perdiéndose en el cielo.
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