sábado, 25 de mayo de 2019

Cazadores de paisajes. Capítulo 3. Serge Dessert. Un cosaco en la Antártida

Amanecer en el sur de Francia; silencio de campo; paisajes femeninos, con sinuosas colinas, de ocre arcilla, vestidas de verdes trigales. 

Un dulce perro labrador calienta mis pies desnudos mientras reclinado en el sofá, escribo esta crónica.

Casa del siglo XVIII, hogar de amigos del alma, con 47 calendarios de vida compartidos. Momento de evocar recuerdos de juventud perdida; de narrar los distintos caminos recorridos; nuestros afanes;y emociones

Cada uno de nosotros, tras coincidir casi dos años  en Nouadhibou, tomamos distintos caminos; Serge, trabajando en la Guayana francesa, Arabia Saudí, Nigeria y otros países africanos, pasando por desiertos, sabanas, y selvas, hasta agotar las páginas de numerosos pasaportes. Yo, retornando a casa.

Serge, mi viejo amigo, era personaje obligado en la serie "Cazadores de paisajes", por su notable experiencia en Tierra Adelia, Antártida, durante 18 meses.

Hijo y nieto de rusos, - su abuelo fue cosaco de la Guardia del Zar - cambió las heladas estepas de su abuelo materno, por las gélidas tierras  de la Antártida.

Se necesita muy buena preparación física y una gran fortaleza mental, para soportar durante 18 meses, la soledad, temperaturas cercanas a -80ºC y vientos huracanados, a veces, superiores a los 250 km por hora.

Si en pleno verano austral (enero), los días en la Antártida tienen casi las 24 horas de luz, (por llamadas noches blancas), durante el invierno, debía vivir en una intensa penumbra. En el Polo Surgeográfico, el día dura 6 meses y la noche otros 6, alterando los ritmos normales de los seres humanos.

Serge tenía una responsabilidad añadida; era el encargado, de substituir al médico de la base, si este no podía actuar por incapacidad o muerte. Ello incluía realizar intervenciones quirúrgicas de emergencia. Todo un reto, dada su formación de mecánico.

Pero volvamos a nuestro encuentro en Mauritania (1972). 

Serge trabajaba para una importante empresa minera. La mina se encontraba en Zouerate y el mineral de hierro, se embarcaba en Nouadhibou, tras un transporte ferroviario de 703 km. A la línea se la conoce como "El Tren del Hierro" o también, como "El Tren del Desierto"

Los trenes usados en la línea, llegan a ser de 2,5 km de longitud, lo que le convierte en el tren más largo y pesado del mundo, siendo necesarias entre 4  y 6 locomotoras diésel; unas tirando de los vagones y otras empujándolos.

La misión de Serge, era el mantenimiento de aquellas inmensas locomotoras, responsabilidad que exigía una elevada formación y experiencia mecánica.  

Serge vivía con su mujer y su hija en el poblado de Cansado y los tres llegaron a ser mi familia, en la que fue mi primera gran experiencia de vida. Con ellos hice mi primera travesía del desierto

Mauritania y la Antártida, eran muy diferentes, aunque ambos lugares eran dos desiertos, uno de arena y otro de hielo y los dos tenían focas en su costa.

Serge tenía alma de aventurero y no despreció la oportunidad de vivir en la Antártida. Tras pasar duras pruebas de idoneidad: solvencia profesional, aptitud física y psicológica y antecedentes personales, fue a la base francesa en Tierra Adelia, en principio para la época de verano, pero una vez allá se reenganchó por un año más.

La base francesa, tenía estatus militar y por lo tanto, Sergio nunca me contó nada sobre su actividad profesional.

La Antártida, el 6º Continente del Planeta, es muy rico en recursos mineros y es codiciado por numerosos países. Aquellos que la circundan, tienen un teórico derecho a una parte de él, en función de la proyección de su propio territorio. Además, el establecimiento de bases de investigación en la Antártida, es uno de los factores inherentes al posible reparto de la "tarta helada"

Francia tiene una cuña de territorio denominada "Tierra Adelia" lugar de estancia de mi amigo.

Actualmente, Serge está jubilado. Temía que no pudiera adaptarse a la vida en Europa. Un verso libre, nacido para la aventura y la caza de paisajes, no podría encerrarse entre paredes. 

Sin embargo, vive en la campiña en el Midí francés y se entretiene reparando un viejo coche de colección y fabricando "moscas" para la pesca de río. 

Una vida serena para quien tanto ha corrido y luchado, soportado un secuestro en África y sufrido fracturas diversas y quemaduras de consideración.

Cada año, compartimos varios días de chimenea, pan, queso y vino, y evocamos viejos recuerdos tras 47 años de amistad  

Imagen relacionada
Recorrido del Tren de Hierro
o Tren del Desierto
Mapa tren do ferro de Mauritania.png
El tren más largo del mundo

Cansado, poblado minero 

Travesía en el desierto del sahara
Costa de Nouadhibou
Excursiones de playa, con chacales 
en tierra y tiburones en el mar

Costa de arenisca tallada por el viento
Paraíso de flamencos, pelícanos,
 cormoranes y gaviotas
Focas monje
Resultado de imagen de focas monje mauritania
Guayana Francesa
Con un dik dik, el más pequeño 
antílope del mundo, en el Chad
Con un "tamarin" en Gabón
Con cocodrilos del Nilo. Sudán

Pasaportes de vida

Reparto de la Antártida































































































































































































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