jueves, 30 de marzo de 2017

Túnel de lava


Una de las oportunidades de viajar, es conocer in situ maravillas del mundo, que muchas veces, son desconocidas por la mayoría de la gente.

Cantabria, es la segunda región del planeta con mayor concentración de grutas. Sus montañas calizas, su gran pluviosidad y millones de años, han creado auténticas joyas geológicas, enriquecidas en muchos casos, con pinturas rupestres.

Vivir en Cantabria, me permite disfrutar de su belleza en general y de sus cuevas en particular.

Pero no conviene limitarse a los horizontes de la querencia. Es preciso salir para ver, comprender y aprender, nuevas formas de vida, otros fenómenos naturales y en definitiva, la grandiosidad de un mundo maravilloso.

Ver el sol de medianoche o las auroras boreales; coronar una cumbre; penetrar en una densa selva; dormir sobre las arenas de un desierto "aplastado" por millones de constelaciones, etc., son experiencias inolvidables, que te hacen sentir pequeño y plantearte la existencia de un ser superior.

Siempre he dicho que "viajar es leer la vida" y que ésta te ofrece sorpresas increíbles. Una de ellas, ocurrió precisamente en la isla de la Reunión, al sur de África, en el Indico. Esta isla, de origen volcánico, ofrece montañas de densa vegetación, con numerosas cascadas, circos y barrancos, que son un ensueño para los amantes de la naturaleza.

La isla tiene un volcán; el Pitón de la Fournaise, que frecuentemente, regurgita lava del vientre de la Tierra, asombrando con su belleza y asustando con su fuerza. Al correr la lava hacia el mar, crea burbujas, túneles y finalmente, forma playas, cuya arena es de olivina, como resultado del choque térmico del basalto fundido al contactar con el agua del mar.

Tuve la gran suerte de vivir un mes en la isla, a 46 km del volcán y disfruté de los inmensos paisajes de este paraíso, con sus circos, sus cascadas, sus lagones y sus playas de olivina.

Ya publiqué en este blog el 15 de marzo de 2015 el articulo titulado "Isla de la Reunión, ¿Milagro de Nuestra Señora de las Nieves?", que recomiendo vivamente a los lectores.

Hoy, quisiera reseñar otro fenómeno de la naturaleza: los túneles de lava. En efecto, la ardiente lava, en su desplazamiento por la ladera, crea burbujas y en su interior, se originan pequeñas y grandes oquedades, que se conforman cuasi definitivamente al enfriarse y solidificarse.

Y no son perennes en el tiempo, cuando el volcán que las creó permanece activo y puede por tanto, cegarlas con nuevas emisiones de lava, que a su vez, pueden crear nuevas oquedades.

Cuando la lava enfriada y solidificada permite explorar sus cavidades, se abre la oportunidad de ver un espectáculo verdaderamente increíble.

Presenciar este fenómeno, no está exento de riesgo. Evidentemente, no procede acudir al lugar cuando el volcán vierte lava, pero tampoco cuando se produce una lluvia torrencial, muy frecuente en la isla, pues al estar los túneles en la ladera del volcán, pueden llenarse súbitamente de agua y ahogar a los visitantes, o al menos, ponerlos en dificultades.

Se exponen en este artículo, fotos de este extraño y bello fenómeno natural. Lo dicho, hay que viajar y leer lo que nos ofrece la vida.

Isla de la Reunión.
Abajo a la derecha el volcán Pitón de la Fournaise
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Exuberancia tropical  


Pitón de la Fournaise en erupción
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Solidificación de la lava
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Nuestra Señora de las Lavas

Túneles de lava

 















Imagen relacionada
Formación de playa con olivina
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Arena de olivina
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sábado, 25 de marzo de 2017

Pasión de viajar


Es difícil recordar todos los viajes realizados a lo largo de una vida y mucho más, los cientos de experiencias vividas en el camino

He vivido en varios países y también he visitado varias veces algunos de ellos, bien sea por motivos académicos, profesionales, familiares o por turismo. 

Ya jubilado, me propongo realizar un viaje cada 4 meses, para conocer nuevos países con una cámara al cuello y una mochila al dorso. 

Son viajes de aventura, curiosidad, senderos lejanos y sudores de esfuerzo. No busco viajes lujosos, sino el lujo de pasear en libertad entre las etnias primitivas del mundo. 

Periódicamente, pierdo un ser querido, ya sea familiar, amigo o compañero de trabajo. Cada vez que esto ocurre, me pregunto si han cumplido sus sueños y han tenido una vida plena. 

Valoro entonces el sendero recorrido y el horizonte que he marcado en mi propia vida. Asegurado el bienestar y las necesidades mínimas de mi familia, y disfrutando de merecida pensión, mi mayor capital es la salud, la curiosidad y la pasión de vivir y viajar.

He aquí un breve reportaje gráfico de la pasión vivida y los sueños por vivir