domingo, 23 de febrero de 2020

Manteca colorá

Sevilla; finales de los 50; calles sin coches; pelotas de goma; ruidos de patines; piola; el tejo; juegos de la lima, el pañuelo, "tú la llevas", "policías y ladrones"; carreras de sacos.

Niños hiperactivos, que llamaban malos; batallas a pedradas; mataduras por doquier; rodillas magulladas; patadas a las piedras, zapatos machacados; bocas negras con regaliz; jolgorio en las aceras; TBOs de Carpanta, de Zipi y Zape, El Capitán Trueno, El Guerrero del Antifaz; El Llanero Solitario; Hazañas Bélicas; Roberto Alcázar y Pedrín.

Pan con chocolate; palolú; bellotas; castañas; higos chumbos; altramuces; algarrobas; caña de azúcar; pipas, manzanas en caramelo y achicoria por café.

Trikitrakes; gatos lanzados en paracaídas desde la azotea; zancadillas; empujones; niños asilvestrados; pantalones con remiendos; camisas vueltas del revés; pañuelo en la cabeza con cuatro nudos; ratones lanzados al espacio en cohetes; grillos bajo las puertas de los vecinos; niñas bailando a la comba con muñeca de trapo; vida muy viva, en un mundo con carencias.

Leche en polvo americana; paella los domingos; sopas de cocido; gazpacho de mortero; leche aguada a granel; reatas de burros en las obras; matanza del cerdo en los pueblos; serrín en el suelo de los bares; carteles de "prohibido el cante" y "prohibido escupir"; ha salido la goleá"; los cupones de ciegos; la Hoja del lunes; el "tonto del pueblo"; mujeres con velo en iglesias; curas con tonsura y castoreño; monjas con tocas almidonás; miércoles de cenizas, ejercicios espirituales; procesiones de mayo; novenas y muchos rezos más.

Pantalones cortos; tirachinos en el bolsillo; bolsa de canicas en la mano, el hoyo, el triángulo y el caminito. Captura de saltamontes, camaleones, renacuajos, ranas y lagartijas; trepa de árboles y asalto a nidos de pájaros; cría de un murciélago con leche; tiro de piedras con ondas, balines de papel y cerbatanas; persecución de palomas; pesca de peces de colores en los estanques; baños en albercas de riego, ríos contaminados y playas lejanas de domingueros.

Garrapiñás, dulce de algodón, pochicles, napolitanos, pistolines, pastillas de juanola; sal de frutas Heno; el plexiglás; medias de estraperlo; polvos de talco en los zapatos; pasamontañas, orejas con sabañones; papel higiénico del Elefante; el flix y el papel de estraza; avispas en la fruta; carnes con pitracos; cigarrillos Ideales, con estacas; los recogecolillas.

Miguel; un niño; 12 años; bigote con pelusa; pantalones cortos; forúnculos en las rodillas; travesuras e inocencia; un tormento; un corazón noble; un proyecto de hombre, madre en desespero, con amor y disciplina.

Meriendas de lo posible, en época de escasez, pan de bollo y .... manteca colorá.       

sábado, 22 de febrero de 2020

Ya no te quiero

Roces de labios;  suspiros de amor bajo la luna; música en los corazones; mariposas en las entrañas; manos enlazadas; miradas ajenas al mundo; sueños de futuro....., promesas de amor.

Besos; abrazos; viaje de boda; estrés; rutina; evoluciones que distancian; reproches; palabras que hieren; silencios de indiferencia; promesas olvidadas; espaldas mirándose en la noche;  amores heridos; sentimientos gélidos; comparaciones odiosas; miradas furtivas ...desamor.

Calendarios que pasan; vidas paralelas; amores prohibidos; celos; remordimientos infieles; malas palabras y peores indiferencias; ya no te quiero...amores rotos.

Cartas quemadas; fotos cortadas; litigios de divorcio; rencores de venganza; soledad; tristeza; futuros inciertos; amigos distantes; rumores de escalera; carroñeros de sexo y sentimiento.... dolor.   

Sueños rotos, nudos de garganta, llantos en silencio, tristeza, amargura, pesares, sonrisas forzadas, duelo en la noche... desasosiego.

Ya no te quiero, frase maldita que rompe vidas, pinta de negro el futuro y cambia la miel en hiel. Lágrimas secas; largo túnel; travesía del desierto; volver a empezar; nuevos labios y la misma luna; otros suspiros; cicatrices en el alma; nuevas promesas; ¿amor incierto o fuga de soledad? ...dudas existenciales.

Ya no te quiero, ¡frase maldita! 

Riesgo de amar; distinta pareja; la misma piedra....la vida sigue 

jueves, 20 de febrero de 2020

Amor en Ginebra

Me gusta viajar hacia la línea del horizonte. Alcanzarla es una utopía, pues retrocede a la misma velocidad que la persigo. Al menos, me fijo una meta, siento la curiosidad del camino y disfruto con los paisajes que atravieso.

No son sólo geografía física; de montañas, lagos, vergeles o desiertos. Tampoco son exclusivamente, viajes de fauna y flora, admirando la belleza de la vida. Ni siquiera se trata exclusivamente de sumergirme en culturas étnicas, ancestrales o no, con sus sistemas de vida, sus escalas de valores, sus manifestaciones artísticas y sus creencias.

Sí, geografía política, física, etnográfica, naturaleza, arte,... todo es maravilloso, si tienes curiosidad de observar, sentir e interaccionar en el entorno donde te sumerges. Pero hay otro motivo para viajar y es muy grato: viajar por amor.

Ir a Ginebra, ha sido un viaje de amor de familia. Los otros motivos, esta vez, han sido secundarios. Sin embargo, tuve tiempo para pasear por la dulce Ginebra, la del lago Lemán, la del puente de las banderas, ondeando sobre la belleza de las anátidas que se recrean en el agua; la de tiendas de lujo, con marcas de prestigio; la de los bancos que atraen el capital a puerto seguro; la de las instituciones supranacionales; la de amalgama de funcionarios del mundo; la del chocolate, los relojes, las navajas y en definitiva, de la paz, la estabilidad, el civismo y el bienestar.

Cerré los ojos y evoqué la primavera del 70, cuando me retraté por primera vez ante el reloj de flores y admiré el Jet, o chorro de agua. Mucho había llovido desde entonces. Medio siglo de vida y afanes; hijos, nietos y señales corporales de mi deambular por tanto mundo.

El reloj y el chorro de agua, embelleciendo el entorno, viendo pasar el tiempo, asombrando a los visitantes como yo, que a veces vuelven, para evocar el pasado, disfrutar el presente y preguntarse cuán largo será aún el futuro.

Allí, a los pies del Mont Blanc, en el corazón de los Alpes y de Europa, nadaban patos reales; patos frisos, serretas grandes, porrones comunes, patos colorados, fochas comunes y los majestuosos cisnes mudos.

Allí se erguía potente el Jet, un chorro de agua que sale a 200 Km por hora a razón de 500 litros por segundo y alcanza los 140 m de altura. Un dispositivo que se instaló en 1886, para controlar el exceso de presión de una fábrica hidráulica y que ahora, ha devenido exclusivamente, en un símbolo turístico de la ciudad.

Es un lago hermoso, que tiene 72 Km de longitud y 12 de anchura. Está ubicado entre Francia y Suiza. El río Ródano vierte sus aguas en su extremo este y a su vez, el lago desagua en el extremo oeste del mismo río.

Por el lago navegan unas 20,000 embarcaciones de recreo, pesca o transporte. En su orilla duermen las ciudades de Nyon, Lausana, Vevey, Montreux, Thonon-les-Bains, Yvoire y Évian-les-Bains, pero además de Lemán, se le conoce también, por la principal ciudad de su entorno: lago Ginebra.

Suspiré y emprendí el regreso entre magníficos árboles y alguna casa singular. Tocaba cerrar la maleta, acudir al aeropuerto y volver a España.

Nieves, besos y paisajes, ¿qué más podía pedir?

Preciosa torre con reloj junto al lago
El suelo de acceso a la torre, está jalonado de pequeños 
adoquines con mensajes den numerosos idiomas



Vista de la ciudad desde el lago, con los Alpes al fondo
El Jet


 










 



 



jueves, 13 de febrero de 2020

Pisando nieve. Capítulo 2. Les Portes du Soleil

Las estaciones del dominio de las "Puertas del Sol", figuran entre las mayores estaciones de esquí de la Alta Savoya: 12 estaciones de esquí conectadas entre Francia y Suiza. 

Situado en el corazón de los Alpes, entre el lago Lemán y el Mont-Blanc, el gran dominio esquiable se beneficia de una gran acumulación de nieve de cerca de 8 m por año. 

En invierno, las Puertas del Sol acumulan un mínimo de 286 pistas de esquí, de las cuáles, 32 son negras, 101 rojas, 119 azules y 34 verdes.

Existen 196 remontes mecánicos, 30 snowparks/boadercross/ski-cross, repartidos en 8 estaciones de ski francesas y 4 suizas.

Mis contactos con la nieve, siempre fueron esporádicos y en ocasiones no deseados. No conozco el mundo de los deportes de nieve, más allá de los retransmisiones televisivas, pero tener familiares esquiadores, me ha brindado la ocasión de acercarme, a este mundillo. 

Durante mi estancia en Morzine, tuve ocasión de conocer la población y sus aledaños.

El dominio esquiable de los Gets, comprende 27 remontes mecánicos, 34 pistas (6 negras, 13 rojas, 14 azules y 1 verde), así como 15 pistas lúdicas. 

El conjunto forma parte del dominio esquiable Les Gets-Morzine, tiene 120 km de pistas balizadas, 71 pistas y 47 remontes mecánicos.

Los Gets forman igualmente parte del dominio franco-suizo de las Puertas del Sol. Este inmenso territorio comprende 12 estaciones franco-suizas, 650 km de pistas balizadas, 243 km de esquí de fondo, 10 snowparks y cuenta con 1200 monitores.

La población de Morzine se encuentra a 980 de altitud y sus remontes llegan a los 2200 metros de altura.

Avoriaz, la población vecina, se encuentra a 1800 metros de altitud y sus remontes, alcanzan los 2400 metros de altura.

Los Alpes se han convertido en un destino mundial de primer orden del turismo, tanto para realizar los numerosos deportes de invierno, como para la práctica senderismo, trekking y ciclismo de montaña, en verano. También se practican ascensiones y travesías de esquí de montaña en primavera, que dan vida a los pueblos de valles apartados, fuera de las corrientes turísticas más importantes.

Todas estas actividades, han dado lugar a una verdadera industria de la montaña, con una exigente gestión empresarial.

En la población de Morzine, hay pistas de patinaje sobre hielo, paseos en "calèche", tirado por un caballo, parapente, piscinas con numerosas actividades programadas, incluso un curso de inmersión, pistas de tenis, skateboard y centro ecuestre.

Puede practicarse skijoëring (esquí con tracción equina), así como trineo de perros, actividad de aguas vivas, yoga fitness, canyoning, escalada de alta montaña, disc-golf, golf y también, montar en helicóptero. 

Y no acaban aquí las posibilidades, pues en verano también se puede disfrutar con un tobogán gigante de montaña, paintball, con recorridos de aventura, pesca, triatlon, via ferrata, etc. 

Hay salas de fiestas, carruseles infantiles, actividades con aves de presa en alta montaña, observación de fauna salvaje, pistas de petanca, trabajos de servicios personales, diversas modalidades de restauración colectiva, discotecas, cine etc.

Los autobuses públicos son gratuitos y hay un aparcamiento bajo las cabinas de remonte de Morzine, lo que facilita la práctica del esquí. 

Como no practico deportes de invierno, ni del resto de las estaciones del año, (sonrisa), me dediqué a "brujulear" por mi cuenta, 

Visité el lago Montriod, que ya había recorrido un verano. Estaba congelado. Una de sus orillas estaba cerrada al tránsito por peligro de aludes y la otra, estaba helada,  con riesgo cierto de caídas.

Estuve en un típico mercado ambulante. Vi magníficos panes y quesos muy apetecibles a precios casi razonables. También vendían unas naranjas de Córcega, de muy dudosa calidad, a 4.90 euros el kg; bacalao fresco a 45 euros el kg y langostinos cocidos y descongelados de Madagascar, a 32 euros el kg.

Estuve en Morzine durante la Semana Blanca escolar y los niños pululaban por doquier, atestando todas las instalaciones y "llenando de vida el escenario". 

Asistí a un descenso nocturno en esquí, con antorchas encendidas. El espectáculo fue precioso. Iniciaron la bajada dos monitores, con "trajes de luces", no como los del toreo, sino con luces de verdad. 

Los "sufrientes" espectadores, cuidábamos de no resbalar sobre el hielo durante la espera, con una mano desnuda y semi congelada, presta a manejar la cámara fotográfica. Un vino caliente nos templaba las manos y el estómago. A la par del descenso, unos fuegos artificiales, llenaron de colorido el ya negro cielo.
Lago Montriond  
En verano
En invierno



A Morzine acuden numerosos turistas de muchos países

Morzine no siempre está nevado, pero si a 
980m de altura llueve, a mayor altitud nieva

Plano de las pistas de esquí en Morzine


Remonte desde Morzine, con aparcamiento en el subsuelo












Máquinas niveladoras de nieve
Curioso comedor de un restaurante

Bar junto al remonte

 




Pista de hielo
Carrusell infantil
Práctica de parapente



Práctica de skijoëring


Delicias en el mercado ambulante
Un perro siberian husky, con un ojo de color

Detalles decorativos de montaña

Representación de las flores de Edelweis

Tallas de hielo; sin comparación con lo visto 
en el "icehotel"  de Jukkasiarvi, Suecia