jueves, 13 de febrero de 2020

Pisando nieve. Capítulo 2. Les Portes du Soleil

Las estaciones del dominio de las "Puertas del Sol", figuran entre las mayores estaciones de esquí de la Alta Savoya: 12 estaciones de esquí conectadas entre Francia y Suiza. 

Situado en el corazón de los Alpes, entre el lago Lemán y el Mont-Blanc, el gran dominio esquiable se beneficia de una gran acumulación de nieve de cerca de 8 m por año. 

En invierno, las Puertas del Sol acumulan un mínimo de 286 pistas de esquí, de las cuáles, 32 son negras, 101 rojas, 119 azules y 34 verdes.

Existen 196 remontes mecánicos, 30 snowparks/boadercross/ski-cross, repartidos en 8 estaciones de ski francesas y 4 suizas.

Mis contactos con la nieve, siempre fueron esporádicos y en ocasiones no deseados. No conozco el mundo de los deportes de nieve, más allá de los retransmisiones televisivas, pero tener familiares esquiadores, me ha brindado la ocasión de acercarme, a este mundillo. 

Durante mi estancia en Morzine, tuve ocasión de conocer la población y sus aledaños.

El dominio esquiable de los Gets, comprende 27 remontes mecánicos, 34 pistas (6 negras, 13 rojas, 14 azules y 1 verde), así como 15 pistas lúdicas. 

El conjunto forma parte del dominio esquiable Les Gets-Morzine, tiene 120 km de pistas balizadas, 71 pistas y 47 remontes mecánicos.

Los Gets forman igualmente parte del dominio franco-suizo de las Puertas del Sol. Este inmenso territorio comprende 12 estaciones franco-suizas, 650 km de pistas balizadas, 243 km de esquí de fondo, 10 snowparks y cuenta con 1200 monitores.

La población de Morzine se encuentra a 980 de altitud y sus remontes llegan a los 2200 metros de altura.

Avoriaz, la población vecina, se encuentra a 1800 metros de altitud y sus remontes, alcanzan los 2400 metros de altura.

Los Alpes se han convertido en un destino mundial de primer orden del turismo, tanto para realizar los numerosos deportes de invierno, como para la práctica senderismo, trekking y ciclismo de montaña, en verano. También se practican ascensiones y travesías de esquí de montaña en primavera, que dan vida a los pueblos de valles apartados, fuera de las corrientes turísticas más importantes.

Todas estas actividades, han dado lugar a una verdadera industria de la montaña, con una exigente gestión empresarial.

En la población de Morzine, hay pistas de patinaje sobre hielo, paseos en "calèche", tirado por un caballo, parapente, piscinas con numerosas actividades programadas, incluso un curso de inmersión, pistas de tenis, skateboard y centro ecuestre.

Puede practicarse skijoëring (esquí con tracción equina), así como trineo de perros, actividad de aguas vivas, yoga fitness, canyoning, escalada de alta montaña, disc-golf, golf y también, montar en helicóptero. 

Y no acaban aquí las posibilidades, pues en verano también se puede disfrutar con un tobogán gigante de montaña, paintball, con recorridos de aventura, pesca, triatlon, via ferrata, etc. 

Hay salas de fiestas, carruseles infantiles, actividades con aves de presa en alta montaña, observación de fauna salvaje, pistas de petanca, trabajos de servicios personales, diversas modalidades de restauración colectiva, discotecas, cine etc.

Los autobuses públicos son gratuitos y hay un aparcamiento bajo las cabinas de remonte de Morzine, lo que facilita la práctica del esquí. 

Como no practico deportes de invierno, ni del resto de las estaciones del año, (sonrisa), me dediqué a "brujulear" por mi cuenta, 

Visité el lago Montriod, que ya había recorrido un verano. Estaba congelado. Una de sus orillas estaba cerrada al tránsito por peligro de aludes y la otra, estaba helada,  con riesgo cierto de caídas.

Estuve en un típico mercado ambulante. Vi magníficos panes y quesos muy apetecibles a precios casi razonables. También vendían unas naranjas de Córcega, de muy dudosa calidad, a 4.90 euros el kg; bacalao fresco a 45 euros el kg y langostinos cocidos y descongelados de Madagascar, a 32 euros el kg.

Estuve en Morzine durante la Semana Blanca escolar y los niños pululaban por doquier, atestando todas las instalaciones y "llenando de vida el escenario". 

Asistí a un descenso nocturno en esquí, con antorchas encendidas. El espectáculo fue precioso. Iniciaron la bajada dos monitores, con "trajes de luces", no como los del toreo, sino con luces de verdad. 

Los "sufrientes" espectadores, cuidábamos de no resbalar sobre el hielo durante la espera, con una mano desnuda y semi congelada, presta a manejar la cámara fotográfica. Un vino caliente nos templaba las manos y el estómago. A la par del descenso, unos fuegos artificiales, llenaron de colorido el ya negro cielo.
Lago Montriond  
En verano
En invierno



A Morzine acuden numerosos turistas de muchos países

Morzine no siempre está nevado, pero si a 
980m de altura llueve, a mayor altitud nieva

Plano de las pistas de esquí en Morzine


Remonte desde Morzine, con aparcamiento en el subsuelo












Máquinas niveladoras de nieve
Curioso comedor de un restaurante

Bar junto al remonte

 




Pista de hielo
Carrusell infantil
Práctica de parapente



Práctica de skijoëring


Delicias en el mercado ambulante
Un perro siberian husky, con un ojo de color

Detalles decorativos de montaña

Representación de las flores de Edelweis

Tallas de hielo; sin comparación con lo visto 
en el "icehotel"  de Jukkasiarvi, Suecia









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