martes, 7 de septiembre de 2021

Frio y calor


España, pandemia de miedo, angustia y muerte; gente de rostros arrugados que se va en soledad; políticos que no saben, mienten y pescan en la desgracia ajena; confinamiento y tedio. Cantos en los balcones; almas encerradas soñando paisajes; vacunas de esperanza; rostros con mascarilla, como presagio de campanarios perdidos, alminares triunfantes y mujeres con burka.

Suecia, mochila de libertad; viaje al norte, de verdes campos, bosques y lagos; casas de ocres colores y gente dulce, en tierras luteranas. Tiempos sin sudor; fiordos sin arenas; aguas frías y profundas en un verano diferente.

España, retorno al sur, calor mediterráneo; cuerpos de sudor, confinamiento de aire acondicionado, temor a la factura eléctrica; prensa servil al maná de la demagogia y hastío político.

Francia, norte de los Pirineos; tierra de pan, queso y vino; casa de gruesos muros y vigas de madera; amigos del alma; recuerdos de medio siglo de mutuos sentimientos; paz y alegría; clima suave y cuerpos apacibles.

España, de nuevo el sur sufriente; pueblo anestesiado y alienado; políticos apacentando votantes con cerebros vacíos y estómagos por llenar.

Suiza, alegría del reencuentro y amores de familia. Siluetas montañosas, de fríos Alpes; relojes, chocolates y bancos que trabajan el dinero en la seguridad de un pueblo neutral, serio y fiable. Tierras calvinistas, de calles en silencio y estío placentero.

Verano que languidece, ya cercano al canto del cisne. 

Islandia, tierra de fuego y nieve. Sueños de adrenalina en el gran norte; botas y mochila para un cuerpo cansado y orondo, por calendarios vividos y  sabores deglutidos.

Retinas ávidas de volcanes activos; de magmas, géiseres y fumarolas, que empequeñecen al ser humano. 

Ansias de paseo a caballo sobre arenas negras; baño en aguas de azufre; descenso por chimenea en volcán durmiente; kayak entre focas y témpanos de hielo; avistamiento de ballenas; travesía de glaciares y túneles de hielo. 

Emociones por compartir con un alma amiga, valor seguro de solidaridad y convivencia, contrastado en tierras extrañas y lejanas. Sueños cercanos prestos a vivir, mientras el cuerpo aguante, para volver a casa, al otoño del sur, donde las aves y las gentes del norte, buscan la templanza y la luz que les niega su invierno.

Frío y calor. Suecia, Francia, Suiza, Islandia y siempre, la España de los sentimientos encontrados e irreconciliables, que ha olvidado la grandeza de su historia universal. 

Una vida intensa abierta al mundo, a la belleza y a las emociones humanas, impermeable en lo posible,
a los sofismas que nadan en el barro de la política, para gozar hasta el fin del fin.

                                                                                  SUECIA

                                                                


 



                                                                               FRANCIA


                                               

                                                                             SUIZA







ESPAÑA


SUEÑOS DE ISLANDIA










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