jueves, 3 de agosto de 2017

Carnes y pellejos

Me encanta pasear por las playas del Sardinero en marea baja. Recorrer la Primera y la Segunda, sorteando el saliente de Piquío, es simplemente maravilloso.

Arenas finas, entorno de acantilados y jardines,aguas límpidas, espumas blancas, olor a yodo y sonido de olas. Un placer que no todo el mundo tiene a su alcance de forma permanente.

Salvo que seas un STV (Santanderino de Toda la Vida) o un "importado" que ha hecho de esta tierra su hogar.

Los que tenemos el privilegio de "pasear el mar" en otras estaciones del año, lo hacemos en la intimidad de los autóctonos, a veces, bien abrigados para soportar el frío y la lluvia del norte.

Hay dos periodos de tiempo, a mi juicio excepcionales: junio y septiembre. En ellos suele combinarse el buen clima con una animación moderada.

El aluvión turístico de julio y agosto, resulta una bendición para los empresarios del gremio, aunque suponga una incomodidad para muchos vecinos, a la hora de compartir aparcamientos y terrazas del sector de la restauración.

Esta mañana, la marea baja ofrecía una enorme playa por la que paseábamos los locales y los turistas de agosto. Vi algunas caras conocidas y muchos foráneos.

Tras dos idas y vueltas, pude fijarme en las nuevas caras que paseaban el mar, allá donde besa la arena.

La fauna era muy diversa: jóvenes de gorra con visera trasera, señores de sombrero panamá e incluso algún paseante con lo que llaman braga, cubriendo su cabeza.

Escasos "tabletas de chocolate", mucha panza cervecera, mucha señora arrugada, muchas carne y mucho pellejo colgante.

Cuando los cuerpos se quitan las cáscaras del ropero para pasear por la playa, quedan al descubierto los efectos de los pucheros de invierno y de las espumas de cebada.

Yo también tengo mi faja de colesterol y algún pellejo vencido por la historia. Lo confieso, lo acepto y me rindo ante la imposibilidad de marcar tableta.

Simplemente, me considero un mortal más, un ejemplar de la vida real, ajeno al papel couché, el photoshop y el chute de proteína de gimnasio.

Mi satisfacción es estar medianamente sano y ser un gordito feliz, disfrutando cada minuto de mi vida.

Mientras las personas corrientes disfrutábamos del día, cretinos, descerebrados, marginales y extremistas, atacaban el corazón de nuestra economía, amenazando el sector turístico de nuestro país.
Son grupos de radicales, que quieren hundir España. 

Nuestro gobierno debe asegurar el imperio de la ley y actuar pronto y con rigor. Tiene para ello las fuerzas del orden, nuestro poder judicial y la autoridad que los ciudadanos le hemos otorgado en las urnas.

Nacionales y extranjeros, tenemos el derecho de pasear nuestras carnes y pellejos, por las espumas del mar, las jaras del campo, las nieves de las montañas y los templos de nuestra cultura.

Los enemigos de la sociedad, deben ser apartados de la misma y recluidos donde su maldad y fanatismo no puedan hacer daño.











     

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