viernes, 2 de marzo de 2018

Sal y vinagre

La sal, ya sea marina, gema o de manantial, es valiosa para dar sabor a las ensaladas, condimentar platos, conservar carnes y pescados o elaborar curtidos.

Es el origen de muchas palabras de frecuente uso, como ensalada, salmorejo, salsa o salchicas, pero también, de salario (salariun argentum), por ejemplo.

Ha movido economías, y sido objeto de impuestos, guerras y monopolios.

El impopular impuesto sobre la sal en Francia, la Gabelle, fue una de las causas que propició la Revolución francesa y Gandhi, organizó contra el Imperio británico, la Marcha de la sal.

La sal, considerada antiguamente como Oro blanco, fue objeto de comercios singulares, como las caravanas de sal en el desierto del Sahara en Argelia o en el desierto del Danakil en Etiopía, sin olvidar la Vía Salariana del Imperio romano  y los mercados de la sal de los indios maya.

La sal se mete en los bolsillos de los novios, para prevenir la disfunción eréctil y se rocía sobre los zapatos de las novias para estimular la función reproductiva, mientras aún hoy día, los pueblos eslavos, ofrece pan y sal como signo de hospitalidad.

Nuestra piel de toro, se obtenía en Cabezón de la Sal y actualmente, hay numerosas salinas, como las del delta del Ebro, las de Torrevieja o las de San Fernando, donde a su vez, se obtienen sabrosos lenguados de estero, por ejemplo.

Si bien es denostada por los riesgos de hipertensión, sirve, enriquecida con yodo o con flúor, para prevenir el bocio y las caries, respectivamente.

Sal de mar, sal del Himalaya, sal negra, ahumada, kosher, de apio,... son joyas gastronómicas, humildes, pero imprescindibles, en su justa medida, para dar sabor a nuestros alimentos.

El vinagre, o vinun acre, es una fermentación acética del alchol, previamente obtenido de la fermentación de la uva, el azúcar de caña, el arroz, las fresas o las frambuesas, por ejemplo.

Sirve para aliñar ensaladas, hacer escabeches marinados y encurtidos.También vale para limpiar cristales, eliminar depósitos de cal, suavizar la ropa, prevenir la caspa o calmar las picaduras de insectos

Sal y vinagre, dan juntos muchos placeres en la mesa, pero hay quienes las asocian con ciertos maleficios que que se deben prevenir.

Algunos piensan que derramar accidentalmente la sal, da mala suerte y otros, practican el Ritual de la sal y el vinagre, para eliminar las energías negativas provenientes de la envidia, el resentimiento, la melancolía, la ira y los pensamientos negativos en general.

Personalmente, tomo sal con moderación y soy un entusiasta del jamón curado, el bacalao en salazón, las anchoas en aceite y el pescado a la sal. Y no digamos, de los deliciosos boquerones en vinagre que tantos recuerdos de infancia y juventud vienen a mi memoria.

Eso sí, prefiero un tio salao que un tío avinagrao, pero ya no hablo de placer culinario, sino de la sal de la vida.

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