lunes, 23 de abril de 2018

India y Nepal . Capítulo 1: Introducción

Conocía bastantes países de África, bien por trabajo o por turismo. Es un continente que me ha atrapado desde mi lejana juventud.

Pasados los años, decidí, viajar hacia el este, para conocer lo más representativo de Asia. Así, viajé a Vietnam, Camboya y más recientemente, a Indonesia. 

Pero hay países, que por su magnitud, naturaleza o idiosincrasia, no puedo obviar de este continente: China, Japón, India, Nepal, o Tailandia, son visitas obligadas, que pretendo realizar.

Esta vez, he viajado al norte de la India y al Nepal, dos naciones enormemente atrayentes e interesantes, que no me han dejado indiferente.

No he viajado solo. He tenido el privilegio de compartir el viaje con siete compañeros.

Organizar un viaje de esta naturaleza, ha exigido buenas dosis de trabajo, paciencia y un poquito de temeridad.

En principio, viajaría acompañado por cinco mujeres, lo que suponía evidentemente, un acto de imprudencia. Posteriormente, se sumó una pareja, por lo que el grupo, quedó finalmente compuesto por seis mujeres y dos varones.

Toda una experiencia, cuando compartíamos largos trayectos de carretera, con conversaciones claramente dominadas por las féminas.

Conociendo a priori mis amistades, busqué un equilibrio entre arquitectura, historia, antropología, naturaleza, aventura y como algo previsto e imprescindible, la caza. 

No es que mis compañeros disfrutaran matando animales, es que el safari más valorado del viaje, ha sido la búsqueda de pashminas y otros artículos orientales, por los cotos de compra, ya sea en tiendas fijas o dejándose asaltar por una pléyade de vendedores ambulantes, que nos perseguían por las calles, como los predadores siguen a los herbívoros por la selva o la sabana.

En India, recorrimos el Triángulo de oro, es decir, Delhi, Jaipur y Agra, para continuar posteriormente, a Benarés o Varanasi y Darjeeling.

En Nepal, fuimos a la ciudad de Kathmandú y su valle, así como al Parque nacional de Chitwan y sobrevolamos en una avioneta, la cordillera del Himalaya, incluído el mítico Everest.

Un viaje agotador, cargado de emociones, sorpresas, colores, humanidad y espiritualidad. 

En los próximos capítulos, narraré las actividades realizadas e incluiré fotos que ilustrarán a los lectores que desean ir a estos países o a los lectores que nunca podrán realizar tan largo viaje.

 


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