lunes, 2 de septiembre de 2019

Benín. Capítulo 18. Etnia Tofuni, los habitantes de Ganvié

La tribu Fon, del Reino de Abomey, apresaba en el S XVIII, a miembros de otras etnias menos poderosas y los vendía a los traficantes de esclavos. Los Tofuni, sabían que los Fon no se adentrarían en las aguas, por sus creencias religiosas y se aventuraron a vivir en la laguna de Nokué, construyendo chozas sobre palafitos; pilotes de madera que clavaban en el fondo de la laguna.

Dos siglos más tarde, los Tofuni han creado un poblado palafítico conocido como Ganvié,. Esta forma de vida, no era desconocida para mí.  Conocía que en España, el primer asentamiento humano en el húmedo valle del Guadalquivir, sobre lo que hoy es Sevilla, se hizo con chozas sobre palafitos, por la que se llamó Hispalis, que se transformó en Isbilia durante la dominación árabe y finalmente, en Sevilla. 

Algo similar vi en Camboya, donde refugiados que huían de las guerras de Vietnam, aprendieron a vivir igualmente en una ciudad acuática.

Los Tofuni, por su forma de asentamiento, sus hábitos y costumbres, constituyen una de las mayores curiosidades del África guineana. Hablan un dialecto propio, que ha adoptado palabras de los Fon, la etnia vecina de tierra firme.

Los hombres, se dedican a la pesca; crean pecios clavando hojas de palmera y troncos en el fondo, al que acuden los peces en busca de comida y refugio. Luego, rodean el pecio con sus redes y capturan la pesca.

Las mujeres se dedican al comercio y al avituallamiento de agua potable que compran en uno de los palafitos, para su propio consumo personal.

Las aguas residuales van directamente al lago, por lo que el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, es elevado.

Ganvié empieza a ser destino turístico, aunque sus habitantes no parecen muy contentos por ello. Son ariscos, y les molesta mucho ser fotografiados, tanto en las casas, como en las embarcaciones y reprenden a los Tofuni que transportan turistas, si pasan cerca de sus casas Quizás este comportamiento, se deba a su histórica desconfianza hacia los que vienen de tierra.

Muchas de las viviendas palafito, están en mal estado de conservación y cuesta pensar que resistan la fuerza de la gravedad. Se encuentran en la zona menos profunda del lago y algunos emprendedores, hacen islotes de relleno como base sólida para construir hoteles y restaurantes.

Se ven niños remando una piragua en solitario y se observa un constante y denso tráfico entre los canales de las casas. Es todo un espectáculo observar esta forma de vida.




























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