domingo, 20 de noviembre de 2016

Dinámica de poblaciones


"La energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma"

La energía mueve el mundo y está presente en todo.  Si observamos un mapa del tiempo, podemos comprobar que las nubes bailan al son de los vientos, gobernados por el régimen de las altas y bajas presiones.

Algo parecido, ocurre con los seres vivos, fundamentalmente, en el Reino Animal, regulándose así las poblaciones mundiales.

Cuando apenas hay depredadores, los herbívoros proliferan de tal manera, que los carnívoros tienen entonces abundancia de caza. Proliferan éstos entonces, se produce una sobrecaza  y pronto disminuyen las poblaciones de herbívoros. Ante la falta de caza, los carnívoros mueren de hambre y se reinicia el ciclo.

En la Edad Media, la rata negra, estuvo ampliamente extendida en Europa y fue vehículo funesto de la peste. Ello causó millones de muertes humanas, retrasando largamente, el renacimiento europeo.

Durante las guerras napoleónicas, los pertrechos militares trajeron las ratas grises o Rattus norvegica. Era de mayor tamaño y mucho más agresiva que la negra, por lo que prácticamente desapareció de Europa y con ella, as epidemias de peste.

Durante la guerra de Vietnam, los americanos desratizaban los puertos, para evitar que la rata negra pudiera subir a los barcos y terminar en Estados Unidos. Pronto se dieron cuenta, que nuevas ratas ocupaban el sitio de las exterminadas, repitiéndose el problema.

Decidieron entonces no matar las ratas, sino desinsectarlas, impidiendo así que tuvieran pulgas, el verdadero transmisor de la peste.

Los canales permiten el trasiego de especies entre lugares diferentes. Por ejemplo, el de Panamá, permite el traslado de especies, a veces invasoras, desde el Atlántico al Pacífico y el de Suez, desde el Mediterráneo al Índico o viceversa. Es así como han aparecido mejillones tigre en el Mediterráneo, causando graves inconvenientes al obturar los conductos submarinos.

Por una u otra razón, transporte de mercancías, grandes desplazamientos humanos etc., muchas plantas y animales invasores, causan daños irreparables.  Las avispas asiáticas, están diezmando nuestras colmenas de abejas, poniendo en riesgo incluso la polinización de nuestros árboles frutales. Las abejas africanas, enormemente agresivas, atacan y matan a numerosos seres humanos.

La adaptación al medio, hace que los seres vivos evolucionen lenta pero inexorablemente. Por ejemplo, los negros de la sabana africana, están más expuestos al sol y por lo tanto sobreviven los que tienen más melanina y son más negros, que los negros de la selva, más adaptados a las sombras de los árboles. Al contrario, los negros de la selva, son más pequeños, porque de esta forma, se desplazan mejor entre los ramajes de los árboles.

Las mariposas negras, son más fácilmente distinguibles en el paisaje nevado, por lo que en las zonas septentrionales, proliferan las de tonos claros, que se confunden el paisaje y son menos cazadas por los depredadores.

Los grandes movimientos migratorios, permiten la difusión de enfermedades. Ya ocurrió cuando el descubrimiento de América. Entonces, las grandes poblaciones que desconocían la sífilis y la tuberculosis, carecían de defensas inmunológicas y fueron diezmadas por estas enfermedades.

Ocurre lo mismo con los microorganismos. Cuando eliminamos un germen patógeno con antibióticos, nuestro cuerpo es un excelente campo de cultivo para el desarrollo de otros seres, por ejemplo, los hongos. El uso de antibióticos, para curar una enfermedad, destruye la flora intestinal, imprescindible para la digestión y es posteriormente necesario reconstituirla. Deberíamos pues investigar en la ecología microbiana, pues este mundo microscópico, parece regirse por los mismos principios que los grandes seres vivos.

Hace varias décadas, observé miles de alevines de trucha obtenidos en piscifactoría. No todos eran perfectos. Muchos eran raquíticos, más sensibles a los hongos o nacían con deformaciones, como ejemplo, la lordosis.

En la piscifactoría, como en el medio ambiente, la selección natural termina por eliminar los seres más débiles. Exactamente lo mismo que ocurre en el desierto, la sabana, la selvas, la tundra, la montaña o en el fondo del mar.

Cada especie, tiene sus depredador, que la selecciona y la hace evolucionar permanentemente.

La especie humana ha interferido en el proceso de selección natural.Como seres inteligentes, hemos modificado nuestro entorno y realizado enormes progresos en la medicina y en la producción de alimentos.

Las vacunaciones preventivas, las producciones masivas de alimentos, la protección contra los depredadores, etc., ha determinado un considerable aumento de la población humana del planeta.

Hemos creado grandes núcleos urbanos, donde el hacinamiento permite la promiscuidad y el anonimato. Por otro lado, se producen enfermedades mentales y se favorece la drogadicción, el alcoholismo y la peligrosidad social.

La escasez de alimentos o de agua, la disputa por las materias primas y la agresividad que ocasiona una excesiva densidad poblacional, ocasionan guerras, asesinatos y perversiones, que hacen nuestro mundo cada vez más complicados.

Los masivos desplazamientos humanos, huyendo de guerras, del hambre y de persecuciones políticas o religiosas entra dentro del fenómeno de la dinámica de las poblaciones.

La historia nos muestra muchos ejemplos de desplazamientos humanos masivos. Las invasiones por potencias coloniales europeas, transformó el mundo, creó fronteras artificiales, dividió pueblos, destruyó culturas y desarraigó grandes núcleos de población.

La práctica desaparición de los indios americanos y de los aborígenes australianos son ejemplos no muy lejanos. En la actualidad, los flujos migratorios, han cambiado de sentido. Ahora, los pueblos antiguamente colonizados, invaden la vieja Europa, cansada, envejecida y progresivamente despoblada.

Todo se explica por la dinámica de poblaciones. Es cuestión de la presión que ejerce la energía.

Las nubes seguirán bailando con la música de los vientos y nosotros haremos lo mismo mientras aún existamos en el planeta.









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