sábado, 6 de enero de 2018

Viva España. Viva el Rey

Las personas corrientes, hemos estado sometidas a los caprichos de reyezuelos a lo largo de la historia.

No éramos sino sirvientes de gentes con corona, que desde el vértice de la pirámide, decidían sobre  nuestras vidas y derramaban nuestra sangre, para satisfacer sus ansias de poder y gloria.

La evolución de la Humanidad, eliminó muchas monarquías absolutistas del mundo y la sociedad, se hizo algo más justa e igualitaria.

No digo con ello, que el mundo actual, sea un camino de rosas, pues bien es sabido, que dependemos de los éxitos y fracasos de los personajes encaramados en el poder, ya estemos en una monarquía, una república o una dictadura de sometimiento y sangre.

Quien quiera comprobarlo, solo tiene que leer cualquier periódico o ver no importa qué telediario.

He conocido muchos personajes poderosos y he comprobado, que son seres de carne y hueso, como todos.

La diferencia, es que ellos han llegado al poder por herencia dinástica, plebiscito popular o golpe de Estado.

Tengo suficiente experiencia  para aceptar una buena monarquía o una espléndida república.

No me importaría abrazar la república francesa o la alemana, como no desdeñaría tampoco, muchas monarquías europeas, como la británica, la holandesa o la sueca, por ejemplo.

En la actualidad, las monarquías modernas, están sometidas al ordenamiento constitucional, por lo que los reyes democráticos, sólo son árbitros de los distintos poderes del Estado.

Reinan, pero no gobiernan y representan dignamente su país tanto en intramuros como en extramuros de su nación.

En un país culto, civilizado, maduro y responsable, donde la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial estén garantizados, es tan fiable la monarquía como la república.

Pero en el caso de España, la república huele a humo, sangre, dolor y muerte de un pueblo. Suena a fusilamientos en paredones de cementerios, a huesos en las cunetas y a iglesias quemadas.

Cuando compruebo las respuesta que da el pueblo español a muchas encuestas callejeras; veo qué programas televisivos tienen más audiencia o quién se auto-erige como princesa del pueblo; cuando verifico la confusión existente entre libertad y libertinaje; escucho los sofismas de muchos de nuestros políticos y veo las ansias de destruir la nación española, comprendo que nuestra nación necesita una monarquía y no una república.

El hecho de que nuestro Jefe de Estado sea un Rey,  implica que no ha de reinar pensando en las encuestas electorales y por lo tanto, que está por encima de los vaivenes de la política.

Nuestro Rey, es el Jefe de nuestras Fuerzas Armadas y garante de nuestra Constitución y de la unidad de nuestra nación.

No es extraño, que los independentistas catalanes, pretendieran en su momento, que España fuera una república y como paso intermedio, que la jefatura de las fuerzas armadas, no recayera en el Rey, sino en el Jefe del Gobierno, al que podrían, llegado el momento, condicionarle, jugando con las matemáticas del Congreso.

Nuestro Rey tiene una sólida preparación para ejercer con éxito sus altas responsabilidades

España es una Monarquía parlamentaria, democrática y moderna. Gracias a ella, los españoles, podemos defender, entre otras cuestiones, la Unidad de España, dentro de su pluralidad.

Hoy se celebra nuestra Pascua Militar, con la presencia de nuestro Rey y nuestras FFAA, que son  nuestra garantía de supervivencia nacional. Por lo tanto,

!Vivan nuestras FFAA, Viva el Rey y Viva España!


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