domingo, 12 de febrero de 2017

Telemuertos

Sobremesa, estómago satisfecho, teclado en mano y una taza de té caliente.

Ya terminó el telediario. Uno de tantos cientos que día a día, transmiten las guerras, los atentados, las ocurrencias de los políticos, sus corruptelas y demás desgracias. El tiempo y el fútbol suponen el cierre de cada emisión.

Nos quitamos el apetito viendo el hambre ajena y vemos las muertes reales como un film de noche con palomitas.

Hemos aprendido a convivir en la basura humana, sin perder el apetito y resquebrajar la dura corteza que blinda nuestros sentimientos.

Cada día, nos informan de los parricidios, mal llamados ahora asesinatos de género. Los periodistas ejercitan su derecho a la libertad de prensa y muchos espectadores, se lamentan de la violencia que asola nuestra sociedad.

Aprendí, hace muchos años, que las noticias de violencia generan violencia. Nuestra sociedad se ha vuelto blandengue y se aleja de la reciedumbre, pero al mismo tiempo, muchos individuos se vuelven violentos.

Los más proclives a ello, son personas inestables, hijos de familias desestructuradas, carnes de psiquiatría y gente que ha bebido las fuentes del fanatismo.

Los periodistas deberían recapacitar sobre el daño que hacen publicando noticias de violencia de género.

Es cierto que deben promulgarse legislaciones ad hoc, asignar  policías y jueces especializados, fomentar la igualdad, crear líneas teléfonos específicos para atender esta lacra, usar pulseras de geolocalización de los agresores y todas las medidas adicionales que sean precisas. Pero esto no es suficiente.

Hay dos motivos de violencia que quizás deberíamos valorar:

1.- La incapacidad de muchas personas, mayoritariamente hombres, para evolucionar al ritmo que lo está haciendo la sociedad.

2.- El efecto imitación que generan las noticias de parricidio. Algo parecido ocurre con otros comportamientos anómalos: conducciones por vías contrarias en autopistas, saltos desde balcones a piscinas o suicidios, por ejemplo.

Dejo aquí estos elementos de reflexión para que cada cuál saque sus propias conclusiones.
 



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