miércoles, 4 de marzo de 2020

Sudor de pobre

Campos de Castilla; pantalones con remiendos; blusones anchos; cantos de trilla en la era; mulas trabajando; mujeres aventando el trigo; palomas comiendo el grano; guisos de pichones, con recetas de campo; aves de presa, que se cobran su tributo de sangre en los palomares.

Andalucía; sol de justicia; campos de algodón; campesinos abrigados para protegerse del calor; gazpacho que alimenta y sacia la sed; canciones de ayes y quejíos; "la tierra pal que la trabaja"; "aceituneros altivos"; jornaleros de uvas; fresas y otros sabores para mesas con manteles de hilo.

Castilla la Nueva; mujeres dobladas cosechando azafrán; molinos de viento, evocando Rocinantes, luchas contra gigantes y bálsamo de fierabrás.

Galicia, percebeiros arriesgando; trabajadores del albariño, para gaznates finos; marineros cabalgando las olas, que dejan viudas y huérfanos.

Valencianos trabajando los naranjos o los arrozales entre cañas y barro, en paisajes de Vicente Blasco Ibáñez.

Extremeños, desnudando de corcho los alcornoques y cuidando retintos cerdos de joyas con sabor a bellota. 

Murcianos, clamando agua al cielo, con afanes de riego y promesas de sabores.

Navarros, amontonando tierra en los turiones de espárragos; o cultivando cardos, pimientos y borrajas del vientre de la tierra.

Montañeses, inundando de leche el solar patrio.

Canarios, produciendo plátanos, papas y tomates cultivados en lava.

Españoles todos, que trabajaron las aguas y las tierras, con miseria, callos, sudor y sangre. Esclavos de su hambre y soñadores de utopías, que casi nunca llegaron.

Fiestas de cosechas; celebraciones de santos y vírgenes, que protegían el pueblo llano y creyente. 

Terratenientes, caciques, intermediarios y políticos de antaño, que cobraban su tributo, como las aves de presa.

Revolución verde en tierra y azul en mar; la UE; la PAC; la globalización; el libre comercio mundial; las grandes distribuidoras; la pérdida de biodiversidad; el cambio climático; los costes en alza y precios a la baja y las materias primas, cotizando en bolsas internacionales, ajenas al hambre y a los sudores de cosecha y pesca.

Pérdida de nivel de vida; campos que se vacían y pueblos que se mueren. Sudor de trabajo; cuentas que no salen; productores cabreados; políticos que prometen sin cumplir,... otra vez pobres.

Nuevas producciones; nuevas tecnologías; las mismas tormentas; los mismos afanes, el mismo sudor; el de los pobres, como siempre. 

  

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