sábado, 25 de diciembre de 2021

Islandia. Capítulo 3. Glaciares

Crecí en tierra caliente sevillana. Allí, el 2 de febrero de 1954, nevó y la inmensa mayoría de los niños, recibimos nuestro "bautismo de nieve". Tenía 6 años de edad y sentí una emoción inolvidable

El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong pisó la luna y dijo unas emocionantes palabras:

"Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad"

Ese mismo día, volví a pisar nieve. Fue en la cima del Monte Perdido (3355 m de altura) y tenía 21 años. Fue mi primer "3000"

"Un gran paso para mí, pero nada para nadie más"

En su cara norte, se encuentra uno de los escasos glaciares de los Pirineos. Se trata de una lengua con mucha pendiente, de unos 750 m de frente, ubicada entre los 2700 y los 3250 m de altitud, estando en franco retroceso

                         Monte Perdido, 3355 m de altura             Glaciar del Monte Perdido 

               
         Travesía realizada y el lago azul, en la base del Monte Perdido

Subí a la cima del Perdido, con un escaso y deficiente equipamiento. En el descenso, caí por un andkluft (grieta estrecha y profunda formada al fundirse el hielo por la mayor temperatura de la cara rocosa). Iba sólo y pude salir a duras penas. Aquél día, lloré de miedo y aprendí a no confiarme en la montaña

Compton, Canadá, 2015. Una casita donde me había alojado recientemente, ubicada junto a un recodo del río Moe, fue destruida por el hielo, que no respetó la curva del cauce. El hielo me dio una nueva lección

           

 

Tuve otras experiencias con el frío blanco: 17 horas bloqueado en solitario por una intensa nevada en un páramo burgalés, en 1976 y un hundimiento en nieve en la Laponia sueca durante el invierno del 2019, con una lesión invalidante de rodilla 

Ángeles, una experta viajera, me comentó sus experiencias en la fría Groenlandia y a pesar de mis recuerdos en hielos y nieves, nos animamos a viajar a Islandia 

Nuevamente quería "pasear la adrenalina" por un glaciar, pero antes de viajar a la isla en octubre del 21, estudié la naturaleza de los glaciares 

Éstos, se forman cuando la nieve se acumula en grandes cantidades, en la parte alta de las montañas durante mucho tiempo y se compacta hasta hacerse hielo. (Se necesitan 20 años y unos 8  de nieve, para producir un 1 m³ de nieve compactada)

Esta nieve, se desplaza constante y lentamente, por las laderas montañosas, en forma de lengua, deformándose con el tiempo. Durante este proceso, se crean ríos interiores que producen grietas y cuevas que son un peligro cierto para quienes se desplazan por ella.
 
Durante su descenso arrastra grandes rocas y erosiona el suelo que lo soporta. A partir de un lugar, llamado línea de equilibrio, la nieve compactada se deshiela, hasta formar lagos glaciares, con escorrentías de agua que van a las llanuras de inundación
   

                 

En Islandia hay unos 400 glaciares que cubren un área de 11,400 Km². Muchos de ellos, se han formado sobre volcanes aún activos y cuando éstos entran en erupción, provocan grandes deshielos y enormes daños en la isla

                                              

Los glaciares más relevantes de Islandia, por orden de importancia son:
Vatnajökul, 64º24¨N 16º48¨O
Langjökul, 64º45´19º59´O
Hofsjökul, 64º49´N 18º49´O
Myrdalsjökul, 63º40´N 19º06´O
Drangajökul, 66º09´N 22º15´O

Visitamos el Vatnajökul, el mayor glaciar de Islandia y el segundo de Europa. Tiene 7,900 km² de superficie, (el 8% de la superficie total de la isla); 150 km de longitud y 8,300 km³ de volumen

Durante nuestro viaje, pudimos ver la silueta del Hvannadalshnúkur, el pico más alto de Islandia, con 2111 m de altitud, así como numerosas formaciones correspondientes al glaciar: lenguas de hielo recorriendo valles, morrenas y numerosos lagos surgidos del deshielo

 
                                 Glaciar Vatnajökull                   Pico Hvannadalshnúkur

               

Caminamos por el glaciar Vatnajökul equipados con crampones y arneses; con ilusión y nervios. Aprendimos sobre la formación de ríos subterráneos y la existencia de remolinos, grietas y cuevas. También sobre las distintas velocidades del desplazamiento del hielo, el arrastre de rocas y la erosión del suelo; el brutal deshielo de los glaciares por la actividad volcánica bajo los glaciares, etc.

El arnés, que portábamos, era una medida preventiva, para que en el caso de "escurrirnos" por una de las profundas y peligrosas grietas del glaciar, pudieran sacarnos vivos o tal vez, en "modo hamburguesa congelada"

Respecto a los crampones, ya los había usado en el ascenso del Monte Perdido, pero ya no tenía "alegría en los huesos" para moverme con soltura. Subía con cierta inseguridad, pero bajaba por los hielos con "más seguridad,... de caerme", lo que finalmente ocurrió con un frío aterrizaje, esta vez, sin consecuencias

En noviembre de 1996, erupcionó un volcán existente bajo el glaciar, desprendiéndose súbita y brutalmente grandes masas de hielo y de agua, (50,000m³/s), destruyendo carreteras y un puente de 176 m de longitud. En las fotos, puede verse cómo era y también el amasijo de hierro que vimos, testigo de la destructiva fuerza de la Naturaleza

                   

Uno de mis grandes objetivos del viaje, era visitar una cueva de glaciar. Éstas se forman y desaparecen prácticamente casi cada año. Llegar a sus ubicaciones y recorrerlas es bastante peligroso. Es preciso recorrer algunos km por sendas de arena y grava. Éstas son  aparentemente de suelo firme, pero a veces, son de "hielo muerto". Cuando el glaciar se "detiene", comienza a derretirse y bajo el hielo puede fluir un río; entonces... "es seguro que el piso es inseguro"

Sólo se recomienda visitar las cuevas, con un guía experimentado y en pleno invierno, cuando el gran frío las hace más seguras

Tienen laberintos y se vuelven inestables con lluvias intensas. Sus techos también pueden romperse y colapsarse a temperaturas positivas, atrapando al que se aventura en ellas, bajo toneladas de hielo

Aún así, merece la pena arriesgarse a ver sus entrañas. Aunque pueden ser de varias tonalidades, dado que el viejo hielo, es muy denso y carece de burbujas de aire, suelen ser de un bello color azul

En resumen, puede verse una cueva, pero extremando las precauciones, si no quieres hacerte famoso cuando décadas o siglos después, descubran una momia congelada

Fueron famosas las cuevas: 

                                                                   El Cristal 2011/2012                      El Diamante Azul 2016/2017

Lamentablemente, no fue posible visitar una cueva, pero mi sueño sigue en pie y algún día lo cumpliré

Fuimos entonces al Jókulsárlon, el lago glaciar más importante de Islandia, de 18 km² de superficie. Tiene salida al mar y suelen verse focas pescando en sus aguas. Se encuentra repleto de icebergs, con más de 1000 años de antigüedad, de hermosos tonos azulados. Éstos ya "pulidos" por las olas, "mueren" como pequeños cristales, en Breiomerkursandur, playa de arenas negras, a la que también llaman por ello, "Playa diamante"


Algunos turistas, se desplazaban entre los icebergs en kayak, despertando en mi envidia, ¡para qué mentir!, pues era otro de mis sueños incumplidos. Recordé entonces, cuando en mi juventud quise atravesar a nado un ibón de los Pirineos con cascotes de hielo flotando y casi me hundo congelado, o más recientemente, cuando me propusieron hacer lo mismo en un pequeño ibón noruego

   

La experiencia del glaciar, fue tan instructiva como emocionante y afortunadamente, sin "Entierro vikingo". Por lo tanto, no hubo lugar a expresiones como "No, si ya lo decía yo"; "Qué buena persona era" o "Murió haciendo lo que le gustaba"

Dedicado a Ángeles Pérez Iraola, amiga y compañera de viajes aventura por 6 países de 3 continentes, "un valor seguro" de adaptación, convivencia y solidaridad, en lugares a veces duros, inhóspitos y difíciles.








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