domingo, 27 de febrero de 2022

Tambores de guerra. 3ª parte: China


La historia de la República Popular China tiene dos etapas diferenciadas. La primera, estuvo dominada por Mao Tse Tung, caracterizada por el sometimiento de la sociedad, la cultura, la economía y la política, al servicio de la causa ideológica comunista.

La segunda etapa, marcada por el abandono de las políticas revolucionarias, tras la Revolución Cultural China y la muerte de Mao. La mayor libertad de expresión, desembocó durante 1989, en protestas masivas, pero fueron sofocadas por el ejército en la plaza de Tianánmen en Pekín, con un saldo de varios centenares de muertos.

Actualmente, la República Popular China, es un Estado socialista con una economía de mercado, dirigido férreamente por el Partido Comunista Chino. Este modelo, ha permitido a China un gran desarrollo, que le llevará a medio plazo, a ser la primera potencia económica y militar del mundo. Recordemos pues, a Alain Peyrefitte, autor del libro "Cuando China despierte"

China mantiene fuertes vínculos políticos con países en vías de desarrollo (PVD), especialmente, en África, donde desplaza progresiva y aceleradamente, la influencia que tenían sobre ellos, las antiguas potencias colonizadoras europeas. Ha destacado en este continente, cerca de un millón de chinos.

Las grandes empresas europeas, son desplazadas por las corporaciones chinas y los técnicos chinos, también reemplazan los consultores internacionales europeos.

La Gran Mezquita de Argel, por ejemplo, con capacidad para albergar 120,000 creyentes, fue construida por la China State Construction Engineering Corporation. Es decir, "los fieles de Confucio, han trabajado para los fieles de Mahoma". China, además, está penetrando en las economías sudamericanas, especialmente, en Argentina y Brasil.

Se ha convertido en la fábrica del mundo, debido a sus bajos costes salariales y sociales, así como al férreo control de su población. Su expansión comercial es enorme, abriendo grandes vías de comunicación y transporte a Occidente a través de la antigua "ruta de la seda", al tiempo que se asegura las rutas comerciales del tráfico marítimo, con el establecimiento del denominado "collar de perlas".

Está comprando grandes territorios en África, así como compañías estratégicas de producción y extracción de materias primas por todo el mundo.

Muchas fábricas occidentales han desaparecido o se han deslocalizado a China. Hemos podido comprobar recientemente, la pérdida de soberanía industrial europea, al ser inicialmente incapaces de autoabastecerse de material sanitario, para afrontar la reciente pandemia del covid.

Mucho se ha hablado del origen de este coronavirus. No ha sido descartada categóricamente su procedencia laboratorial, pero hay factores que pueden explicar un origen natural: carencias importantes de higiene, gran hacinamiento humano, estrecha convivencia con muchas especies animales, tanto domésticas, como salvajes, etc. Un punto de especial relevancia, es la existencia de "mercados húmedos", donde se favorecería la aparición de nuevas variantes de virus. En cualquier caso, no es descartable actualmente, una sombra de sospecha.    

El éxito económico de China es innegable, pero el Gobierno chino es acusado habitualmente de violaciones de los derechos humanos: abundante aplicación de la pena de muerte, censura y fuerte represión de organizaciones y creencias, que critican al Partido Comunista Chino, por "suponer" que  amenazan la "estabilidad social"

En el año 2007, el responsable de la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos (SFDA) de China, Zheng Xiaoyu, fue ejecutado en Pekín, por corrupción y negligencia. La dura sentencia se efectuó tras varios escándalos sanitarios y alimentarios, que crearon alarma internacional y nacional, desprestigiando la "Marca china". 

Hace años, fui responsable de la Seguridad Alimentaria de Cantabria. Cuando detectaba un problema sanitario en un producto alimentario chino, me aseguraba muy bien, antes de establecer una "Alerta alimentaria", por las fatales consecuencias que podría sufrir un colega chino.

China compite con Australia y la India en la zona e intenta anexionar Taiwán; no olvida la cruel invasión japonesa de su territorio en el pasado y también aspira al liderazgo mundial.

Europa se enfrenta al riesgo expansionista ruso, a la presión demográfica africana, a la progresiva penetración musulmana, que amenaza los valores cristianos que forjaron Europa y por supuesto, el alarmante auge del dominio chino en el mundo.

China celebra su desfile militar, el 1 de octubre, en conmemoración de la Fundación de la República Popular China. Estos son su datos:

Población: 1.384 millones de habitantes

Personal militar activo: 2.183.000

Fuerza naval: 777 unidades.

Portaviones: 2 Destructores: 36

Submarinos: 74

Tanques: 3.500

Vehículos blindados: 33.000

Cazas: 1.232

Helicópteros de ataque: 281

Este inmenso país, está implantando bases militares según la ya comentada "Estrategia del Collar de perlas", para proteger sus rutas comerciales marítimas con Occidente, cada vez más importantes.

El sudeste asiático está viviendo grandes cambios. Por un lado, la guerra comercial entre China y EEUU, las mutuas acusaciones de espionaje y las tensiones entre buques militares en el mar de la China Meridional. Por otro, las tensiones entre japoneses y surcoreanos, por su relación con China, las aspiraciones chinas de la anexión de Taiwán; el miedo de países vecinos, por ejemplo, Vietnam, ante la creación de bases militares chinas en islas artificiales en el Mar de China y por supuesto, la grave preocupación de la India, por la implantación del citado "Collar de perlas" y la alianza china con su vecino y enemigo Pakistán.

Asombra el grado de perfección del desfile militar chino. Es tan sincronizado, que parece diseñado por ordenador. En cualquier caso, sobrecoge, por no decir asusta, su disciplina y carácter masivo.

                      
     
                    

                                                 

                      

                                       
Tuve el privilegio de conocer la China profunda, sin rascacielos, sin la Gran Muralla y sin los Guerreros de Siam. Recorrí la provincia de Yunnan, desde el sudeste al noroeste; desde la zona tropical hasta las estribaciones del Himalaya.

Conocí un pueblo sencillo y amable, con las mismas emociones de otros seres humanos de otras partes del mundo; gente apegada a sus tradiciones y en contra del hermetismo que se achaca al país, con una gran curiosidad hacia los que tenemos los ojos redondos y las narices grandes. 

Siento decirlo, pero China ayuda a Rusia en la sombra, mientras ésta invade Ucrania y lleva la muerte a un pueblo que quiere paz y libertad. Hay en juego un nuevo diseño geopolítico mundial, no ajeno a intereses hegemónicos y económicos. 

Apenas sabemos lo que se mueve bajo el tablero de la guerra en general, pero los políticos deciden y la gente sencilla, sufre la pólvora y pone la sangre. 

China está llamada a liderar el mundo. Sus niños de hoy, son tiernos y hermosos, como los que están criando en otros países, pero me temo, que con los años,  repetirán la historia y "el hombre, seguirá siendo lobo para el hombre". 
   
                                                       
                                                        Con antiguos militares chinos
                                   
                                     Montaña con cámaras             Mercado húmedo
                                           de vigilancia
                                                               

                                                               

                                    

                                                  

                                    
                                   Una raza diferente, tradiciones diferentes, pero los
                                   mismos sentimientos que otros pueblos del planeta
                                                
                                                   Que la inocencia, la ternura de esta
                                                    niña, de esta una nueva generación,
                                                    sirva para que la China, llamada a
                                                    liderar el S XXI, no cometa los
                                                    errores de otros países en el pasado






No hay comentarios:

Publicar un comentario