viernes, 4 de febrero de 2022

Tiempos de calma

El sol ciega mis ojos, pero ilumina mi alma. Es tiempo de música y sabores; de oír el ruido de la vida, al ritmo del bolero de Rabel.

Un zumo de naranja; rubíes de granada, uvas negras, una roja manzana y el té de siempre: mi atípico quitahambres, en un hermoso despertar.

El Mediterráneo me regala un horizonte limpio, con dorados reflejos sobre un intenso azul. Un inmenso conteiner, cabalga hacia el sur, sobre un mar tranquilo. 

La Serra Gelada, yergue orgullosa con su faro en la cumbre. Desde ella se domina Benidorm, con sus rascacielos; Alfaz del Pí, con sus noruegos alagartados al sol; Altea, con su iglesia católica, de cúpulas azules y la ortodoxa, con las suyas doradas; Marina Grenwich, por donde pasa el Meridiano de ese nombre; Altea Hills, con rusos viviendo el capitalismo; Calpe, con su colonia de flamencos y su Peñón de Ifach, que se enfrenta a la  Serra Gelada, cerrando así el paisaje de mi nueva vida, el este del sur.

Son tiempos de calma, en mi pequeña, pero hermosa torre de marfil, pero es larga la "dulce espera".

Cuando paseo entre casas encaladas, veo ojos de fuego, que hablan en silencio; ojos de miel, queriendo querer, en el otoño de la vida; ojos grises, brillantes y limpios, que evocan amor y ternura y ojos azules, nacidos en el frío, al norte del norte, donde vuelan cisnes salvajes, sobre lagos y fiordos.

Estoy entre dos mundos. El de los fríos inviernos del Gran Norte, con noches eternas, suelos de blanca nieve y cielos negros con verdes auroras. Un espectáculo demasiado hermoso para no vivirlo,..... de vez en cuando. Mas para la rutina, me llaman las suaves noches de los inviernos del sur,..., con lentos despertares, sin prisa por ver un sol que sabe esperar y madurar los colores que saborea mi paladar. 

Pero los tórridos calores del estío, quemarán las pieles del Mediterráneo y el turismo de aluvión, robará la calma de los lugareños. Será tiempo de dormir la sombra y vivir la luna, para esquivar la canícula... o mejor aún, de imitar las aves migratorias, cuando vuelen al norte, allá por el "midsommar"

                                                                        Serra Gelada                    
                                                                         
                                                                           Benidorm
Alfaz del Pí, paraíso invernal de miles de noruegos
Altea y su iglesia católica con cúpulas azules
Altea y su iglesia ortodoxa con cúpulas doradas
Marina Greenwich
Altea Hill, el paraíso de los camaradas eslavos
Flamencos en las Salinas de Calpe
Peñón de Ifach, zona de anidamiento de gaviotas
Túnel del Peñón de Ifach






 

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