martes, 18 de enero de 2022

Cara al sol

Aquí estoy, "cara al sol", contemplando el amanecer en el Mediterráneo, en un invierno suave y hermoso. Tengo las manos en el teclado, con una "pizca" de ironía.

He sido testigo de muchos años de dicta-blanda y de democra-dura. Soy un verso libre, que piensa por su cuenta; sin seguir reiteradas consignas, "cocidas" por los políticos; un ciudadano de a pie, con espíritu crítico, que se cuestiona todo y pregunta mucho.

Nací en la España en blanco y negro, donde un Ministro tenía una relevante formación académica y solvencia intelectual; un Gobernador Civil, tenía autoridad y los agentes del orden, lo imponían en los campos y las poblaciones.

No había libertad para según qué cosas, pero tampoco libertinaje. La mayoría de los españoles, pensábamos y nos movíamos  libremente y sin miedo.

Vivíamos relativamente bien, aunque no como ahora, algunos "conversos" de la nueva política, adictos a la mamandurria".

Había censura, lo sabíamos y aprendimos a vivir con ella. Leíamos entre líneas la Codorniz, "La revista más audaz,  para el lector más inteligente", con estelares frases como: "Parte meteorológico: Reina en España un fresco general, procedente de las costas de Galicia"

Sin embargo, se "mascaba" el cambio. Paco Ibáñez cantaba "A cabalgar, a cabalgar, hasta enterrarlos en el mar" y el grupo Jarcha lanzaba al aire su: "Libertad, libertad, sin ira libertad y si no la hay, sin duda la habrá"

No es extraño pues, que aún viviendo Franco, un comunista, dijera a un locutor de TVE en mi presencia: Te doy mil duros si dices en el telediario: "Por fin, Franco ha muerto" y ante su sonriente negativa, el "rojo camarada", insistió: Me vale con que digas "Por fin"

Tampoco se respetaban los derechos humanos, como ahora. Recuerdo que un "peludo" de la época, se puso a bailar y a cantar, mofándose de nuestra bandera, mientras la izaban en la Capitanía General de Sevilla. Le llevaron al cuartel, por faltar el respeto a nuestro símbolo nacional y le afeitaron la cabeza.

Pero en España ya somos demócratas y todo ha cambiado:

Hay libertad y se respetan los derechos humanos. Puedes quemar la foto del Rey, mear en los pantalones a un policía  y homenajear asesinos, porque lo ampara la "libertad de expresión"

Hay solidaridad, porque es posible okupar una casa, dejando en la calle a su propietario.

Hay igualdad de oportunidades, porque para progresar, no hace falta tener una brillante formación académica. Ahora, cualquiera puede ser Ministro. Es posible subir verticalmente en la política, por tener ciertas habilidades horizontales, haber sido condenado o carecer de vida laboral previa.

Claro, que la situación no es perfecta. Si no piensas como el poder instituido, podrán sancionarte con la Ley de Memoria democrática. Alimentamos nuestros hijos, pero no podemos evitar su  adoctrinamiento  y les impiden estudiar en español; nos enclaustran en los domicilios, deciden qué debemos comer, qué juguetes regalar e incluso, cómo tener relaciones sexuales...

Y yo pregunto:

Realmente...,¿Nuestros hijos son más cultos que nosotros a su edad? ¿Nuestros gobernantes están bien preparados? ¿Se gestionan nuestros impuestos, con eficacia, justicia y transparencia? ¿Los utilizan para promover el bienestar, la solidaridad, la justicia y la libertad o para mantener una enorme industria política?¿Hay mayor seguridad ciudadana? ¿Hay censura? ¿Es la Justicia igual para todos? ¿Somos más libres? ¿Vivimos mejor?

Como somos democráticos y tenemos memoria, que cada cuál saque sus conclusiones. 

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